Se abre un nuevo ciclo rodeado de incógnitas

19 noviembre 2023 20:47 | Actualizado a 20 noviembre 2023 14:00
Comparte en:

Todo pasa y todo queda. El verso de Antonio Machado es un bálsamo aconsejable en este momento eléctrico de la política española marcado por riesgos que pensábamos superados. Pedro Sánchez ya es presidente del Gobierno tras prometer su cargo ante el Rey. El PSOE y sus aliados abren un nuevo ciclo rodeado de incógnitas que quieren presentar como una audaz oportunidad. El nuevo Ejecutivo va a necesitar un potente nervio político para fijar su propia dinámica narrativa. Se van a tener que esforzar mucho para contrarrestar, de entrada, la reacción virulenta de sectores del aparato del Estado, que han salido en tromba y que expresan una inédita desconfianza. Pero también deben desactivar la doble pinza que les atenaza: por un lado, la presión de las derechas y, por otro, la tensión creciente desde sus aliados soberanistas, que no paran de insistir en que tienen al presidente prácticamente «maniatado». Por si fuera poco, el divorcio de Podemos con Sumar enreda la puesta en marcha del Gobierno y proyecta una ruptura que puede ser un factor desestabilizador.

El divorcio de Podemos con Sumar enreda la puesta en marcha del Gobierno y proyecta una ruptura que puede ser un factor desestabilizador

Hacer de la necesidad virtud requiere una empatía entre diferentes que aún es demasiado frágil entre los actores de la nueva mayoría «plurinacional», con intereses muy diversos que pueden chocar a la primera de cambio y transmitir una sensación de ruido permanente que eclipse el relato social que el Gobierno va a querer imprimir.

Son cada vez más preocupantes las disputas domésticas y una infantilización del debate público que resulta alarmante y que escenifica la negociación como si fuera un combate de boxeo en el que hay que humillar y dejar KO al contrincante, sangrando y contra las cuerdas. Sobre esta premisa nunca habrá un acuerdo duradero. En verdad que existe un cierto ‘establishment’ tradicional que vive en una zona de confort con este género ‘killer’ de la política, pero a la larga es la peor vacuna para prevenirnos de la enfermedad que afecta a la democracia en el mundo entero.

Comentarios
Multimedia Diari