La nueva regulación de pisos turísticos del Govern no ha gustado en la Costa Daurada. Ha impactado fuerte en los ayuntamientos de los principales municipios turísticos y también en el propio sector. La inseguridad jurídica que puede generar es uno de los escollos que han puesto sobre la mesa políticos y expertos.
Y su impacto negativo en la economía es otra de las cuestiones que más preocupan. Son dos de los temas que salieron ayer a debate en la mesa redonda El futur turístic de la Costa Daurada organizada por el Diari con la participación de distintos agentes del territorio. «Es un decretazo muy malo», fue una de las reflexiones que se lanzó al aire. Casi puede decirse que hay consenso contra el decretazo.
Quizás habría que tomar este tipo de decisiones con la mirada puesta un poco más allá de Barcelona y analizando la realidad de cada lugar. Eso sí, habrá que esperar a conocer la letra pequeña para ver cómo se traduce.
El camino hacia la desestacionalización es una de las cuestiones que más ocupa al sector y a los principales ayuntamientos turísticos
Pero no solo los pisos turísticos preocupan. El camino hacia la desestacionalización es una de las cuestiones que más ocupa a los profesionales del sector y también a las administraciones. Tener un aeropuerto de primer nivel pero infrautilizado y mal conectado no ayuda, está claro.
Pero las últimas conexiones aéreas son buena noticia. Las últimas inversiones en marcha en materia de infraestructuras y transporte, también. Y todo ello cuando el Pacto de la Boella cumple veinte años.
El clima agradable que tenemos durante buena parte del año favorece que la Costa Daurada sea un lugar atractivo para visitar también fuera de temporada. Una oportunidad a la que el sector suma claramente el proyecto de Hard Rock, que hace ya más de doce años que está sobre la mesa pero no se acaba de materializar, y que una vez puesto en marcha muchos ven como un gran motor para lograr la anhelada desestacionalización.
Hard Rock tiene defensores y detractores. Puntos fuertes y puntos débiles. Pero puede ser clave para atraer y consolidar turismo de larga distancia.
