Resulta alarmante que el presidente de la Generalitat valenciana, Carlos Mazón, intente desviar la responsabilidad de la gestión de la DANA hacia la Unidad Militar de Emergencias y la Confederación Hidrográfica del Júcar. Acusa a la CHJ de no avisar a la población con la suficiente antelación. Es falso. La CHJ emitió alertas precisas y en el momento adecuado, según consta en su registro de información pública. Mazón atribuye a la UME no haberse movilizado a tiempo, pese a que él —dice— la avisó el martes a las 15:21 horas. ¿Cómo se entiende, pues, su rueda de prensa, hora y media antes, quitando hierro a la gota fría porque, según él, a las 18 horas ya habría remitido? ¿A qué viene la urgencia con la UME si no había peligro? Todas estas martingalas demuestran no solo falta de escrupulos sino una clara intención de desviar la atención de la imprevisión de su gobierno.
Ya no hay manera de ocultar que su gestión de la DANA evidenció —y evidencia— graves deficiencias. Es inaceptable que, a pesar de las previsiones meteorológicas que anunciaban lluvias torrenciales con suficiente tiempo, la Generalitat valenciana no reforzara las medidas preventivas, ni coordinara mejor las acciones entre las agencias de protección civil y de emergencias, ni advirtiera a la poblacion hasta pasadas las ocho de la noche, cuando el agua desbordaba ya los municipios afectados. La Agencia Estatal de Meteorología ya había avisado del peligro y había puesto a disposición datos detallados sobre la DANA. Es bochornoso que Mazón se embarque en una operación de lavado de imagen y falsas acusaciones en medios amigos. Las inundaciones ya han matado a más de 210 personas y hay aún más de un millar de desaparecidos. Los daños son incalculables. Muy buena parte de estas situaciones podrían haberse evitado con una mejor preparación y con una respuesta más eficaz, aprendida en crisis anteriores. Mazón ha optado por culpar a terceros en vez de asumir su responsabilidad. Ni siquiera ha tenido la caballerosidad de defender al presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, de quienes le acusan falsamente de cobardía por los incidentes de Paiporta, que conoce de primera mano. Los valencianos merecen un gobierno que actúe con rigor y honestidad, y no con excusas o reproches cuando se produce un desastre.