El desplome de la natalidad

18 septiembre 2022 07:33 | Actualizado a 18 septiembre 2022 07:33
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Los datos hablan por sí solos. En Tarragona ya nacen menos personas de las que fallecen –15 por 22 cada día– en una provincia que contabilizó entre enero y junio de este año 2.813 nacimientos, la cifra más baja en 23 años. El desplome se dispara hasta el 31% con respecto a 2012, y nada hace presumir un inmediato cambio de tendencia. Todo lo contrario. Este fenómeno convive con un paulatino envejecimiento de la población, cuyas primeras consecuencias empiezan a manifestarse y que puede tener devastadores efectos sociales y económicos en un futuro cada vez más cercano si no se adoptan a tiempo medidas correctoras. Pocas prioridades más perentorias tienen los países desarrollados. Sin embargo, la respuesta de las instituciones no ha estado hasta ahora a la altura de la gravedad de un problema extremadamente complejo, como lo son sus posibles soluciones, que requieren un diagnóstico certero y un largo periodo de tiempo para dar frutos. Por eso es perentorio crear ya las condiciones para que los ciudadanos puedan tener el número de hijos que deseen y cuando lo deseen, sin que sus expectativas vitales se vean frustradas por los condicionantes que han derivado en la caída de la natalidad. Urge elaborar y consensuar un plan que incida en facilidades para la emancipación de los jóvenes con actuaciones en materia de vivienda, empleo y el acceso a créditos blandos, entre otras cosas. Es verdad que la Administración ha comenzado a poner el foco en este enorme desafío con la implementación de algunas medidas, como la gratuidad de las guarderías para los niños de dos años o las ayudas al alquiler. Pero estas actuaciones solo serán eficaces si se ven complementadas con una mejora sustancial de las condiciones laborales de los jóvenes, horarios de trabajo que favorezcan la conciliación y un equilibrado reparto de las tareas domésticas y el cuidado de los hijos. Estamos ante un reto estratégico que es tarea de todos.

Combatir el invierno demográfico es un reto que requiere crear ya las condiciones necesarias para favorecer la natalidad
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