DANA: la culpa no es sólo de los elementos

31 octubre 2024 07:08 | Actualizado a 31 octubre 2024 07:09
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Ante catástrofes naturales como la sufrida la noche del martes, existe el riesgo de caer en el error de Felipe II y culpar a los elementos. La Armada Invencible no se hundió ante las costas británicas solamente por las tormentas y el desastre ocasionado por la DANA no es solamente atribuible a la naturaleza. Aunque la intensidad de la lluvia es un factor importante –en algunos puntos cayó tanta agua en unas horas, como en todo un año en Tarragona–, el impacto de las precipitaciones se agrava por una combinación de gestión urbanística deficiente y cambio climático. También afecta la gestión de los bosques, la construcción de embalses y otras infraestructuras que alteran el flujo natural del agua. Es decir, acciones tras las que se encuentra la mano del hombre.

Hay responsables: las autoridades y las empresas contaminantes... y también un poco todos nosotros

Basta mirar un mapa con las localidades valencianas afectadas por las inundaciones, para ver que están todas al sur del río Túria, desviado artificialmente a su paso por València. Además, muchas áreas urbanizadas afectadas por la catástrofe, como Aldaia y Carlet, se han desarrollado en zonas cercanas a cauces naturales o áreas catalogadas de riesgo de inundación, como el centro comercial Bonaire en Aldaia, junto al barranco de la Saleta. Y la gestión urbanística en muchos municipios no ha tenido en cuenta la dinámica natural del agua, construyendo en barrancos y áreas de drenaje natural. Por otro lado, el aumento de la temperatura del mar en la región mediterránea en 1,5 °C en los últimos cincuenta años contribuye a una mayor evaporación de agua y, en consecuencia, a lluvias más intensas y frecuentes. Este fenómeno genera tormentas más extremas, con lluvias torrenciales concentradas en poco tiempo, y está directamente relacionado con la contaminación y la emisión de gases de efecto invernadero. Finalmente, en esta ocasión también falló la prevención y los avisos de las autoridades. La Generalitat valenciana no canceló las clases en la mayoría de escuelas e institutos, anunció que la tormenta se alejaba a las seis de la tarde, poco antes del cataclismo, y envió la primera alerta a las ocho, cuando la situación ya se había desbordado. Sí: hay responsables. Las autoridades y las empresas contaminantes... y también un poco todos nosotros, que participamos de un sistema que hiere al planeta y nos afecta personalmente.

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