Israel y Hamás han acordado un alto el fuego en Gaza tras más de quince meses de devastadora guerra. En las siguientes seis semanas serán liberados los 98 rehenes israelíes en poder de Hamás desde el ataque sorpresa del 7 de octubre de 2023, y unos centenares de palestinos encarcelados en Israel por terrorismo. Aquel día, Hamás asesinó a más de 1.200 personas y tomó 251 rehenes. La represalia israelí ha dejado decenas de miles de palestinos muertos y ha destruido Gaza. Hamás está gravemente debilitado: la mayoría de sus comandantes han muerto, incluido su líder en el enclave, Yahya Sinwar. Este no es un alto el fuego cualquiera. Señala el inicio de un período muy diferente para Oriente Medio, con nuevos actores, nuevos intereses y una nueva dinámica. Es la penúltima pieza del Gran Juego que está a punto de reiniciarse en la región. Habrá tiempo para un análisis más afinado, pero capturar la entera dimensión del momento reclama algunas consideraciones.
La principal es la desaparición de Irán como actor político tras la severa derrota de sus aliados y títeres Hezbolá en el Líbano y El Assad en Siria. El fracaso de la teocracia chiíta es colosal: el asalto de Hamás en 2023 y la intervención de Hezbolá en 2024 tenían como objetivo destruir los trabajosos Acuerdos de Abraham entre Israel, Arabia Saudí y los Estados del Golfo Pérsico. No será así. Los acuerdos acabarán firmándose. Irán quedará aislado. Su vecino, Irak, tendrá una oportunidad mejor para desarrollarse en paz. Un poco más al norte, Turquía, en buena relación con Israel debido a su común enemistad con Irán, pretende convertirse en la mayor influencia entre los estados turcomanos, desde Azerbaiyán hasta Turkmenistán, con el permiso de armenios, kurdos... y rusos. Esa posición facilitará el paso a través de Siria y Turquía del gas de esa región hacia la Unión Europea, que se libraría así de la dependencia energética rusa. Arabia y los países del Pérsico (como Qatar, donde se ha negociado el alto fuego) también podrían conectar sus yacimientos con esos gasoductos. Rusia e Irán pierden, Occidente y el mundo árabe ganan. En Estados Unidos, Donald Trump iniciará su presidencia con un conflicto menos enconado, y Biden terminará su mandato levantando un trofeo. En fin, los palestinos de Gaza que han sobrevivido a Hamás y al encarnizamiento del ejército israelí lo agradecerán.