La sorpresa de la noche ha sido la entrada, por primera vez, de Vox al consistorio reusense. El partido ya lo intentó en los pasados comicios, sin éxito. Pero esta vez sí y, además, como cuarta fuerza, con 3.775 votos, lo que se traduce a tres concejales, por delante de Ara Reus, PP y CUP.
Para el candidato del partido de extrema derecha, Julio Pardo, los resultados «no son ninguna sorpresa» porque «llevamos mucho tiempo trabajando intensamente», y ahora lo han conseguido, «superando todas las adversidades», dice.
Para Pardo, su misión dentro del consistorio es «mirar por el interés ciudadano», «sin politiqueo» y poniendo especialmente el foco en los barrios, donde Vox ha conseguido especialmente apoyos. «Los barrios y la familia son el centro» de la ciudadanía para Pardo, por lo que «si esto funciona, Reus funcionará». Y ejemplifica: «Un castell, sin una pinya consolidada se desmorona». Así pues, se muestra favorable de fomentar la ocupación de los locales vacíos, para generar mayor socialidad y seguridad, así como trabajar para que los servicios sean los mismos en todas las zonas de la ciudad.
Sobre cuál será el papel de Vox en el consistorio, Pardo señala que todavía es «prematuro» y más «cuando el resto de formaciones ya han dicho que no quieren nada con Vox». No obstante «la ciudadanía confía con nosotros», recuerda Julio Pardo con los resultados en la mano.