Esquerra Republicana asume los cinco concejales conseguidos en estas elecciones municipales como una victoria. Han perdido 2.000 votos respecto los pasado comicios y bajan un edil (Òscar Subirats, el número 6, no ha entrado). Pero ERC sigue manteniéndose como segunda fuerza más votada, por detrás del PSC, y es eso lo que más valoran. Concretamente, los republicanos han conseguido esta vez 5.634 votos (en 2019 fueron 7.434), representando el 15,64% del total de votos emitidos en la ciudad.
«Antes de nada, felicitar a la candidata del PSC, Sandra Guaita. Enhorabuena», exclamó Noemí Llauradó, la número uno de ERC, destacando su «buena relación personal». La republicana compareció al punto de las diez de la noche, cuando el escrutinio ya superaba el 80% y los resultados eran ya prácticamente inamovibles. Son inferiores a los de 2019, pero el ambiente en el Casal Foment de ERC era eufórico y afiliados y simpatizantes recibieron con ovaciones, largos y fuertes aplausos a Llauradó, repitiendo una y otra vez el nombre de «¡Noemí!».
La candidata republicana, visiblemente emocionada, dio las gracias a los presentes por el apoyo recibido. «Volvemos a ser la segunda fuerza más votada», quiso destacar desde un inicio. No obstante, subrayó la pérdida de 2.000 votantes, lo que conlleva que ERC pase de seis a cinco concejales. Para Llauradó, el fenómeno se explica, sobre todo, por la abstención, «lo que más nos ha perjudicado», aseguraba.
Así pues, lamentaba la baja participación en unos comicios que en Reus no se ha llegado ni al 50% y animaba –ni que a cuatro años vista– que «en la próxima la gente se vuelva a movilizar». En todo caso, destacó la «campaña en positivo» realizada por ERC.
La número uno también aprovechó la comparecencia para mostrar su preocupación por el ascenso de Vox, siendo la cuarta fuerza más votada, una noticia que Llauradó tachó de «lamentable». Ante la entrada de la extrema derecha al consistorio reusense, los republicanos ya han hecho un llamamiento a todos «los partidos demócratas» para impedir que Vox se «apodere» de la política municipal.
La candidata republicana recibió un segundo baño de aplausos, con lo que Llauradó agradeció de nuevo todo el apoyo, pero tuvo que disculparse porque «ahora, comprenderéis que tenemos que atender muchísimas llamadas».
ERC logra 5.634 votos, un 15,64% del total y consigue pasar por delante de Junts
La número uno de ERC se centró ayer en los resultados y no entró en aventurar posibles escenarios que se abren a partir de ahora. Lo que ya dejó claro Llauradó durante la campaña es que la alcaldía era su aspiración, como ya lo fue en los pasados comicios. En ese momento, al final acabó asumiendo la vicealcaldía con el pacto de JuntsxReus y Ara Reus, ¿pero lo volvería a aceptar ahora?
Sea como sea, algunos afiliados y simpatizantes de ERC que ayer seguían el escrutinio desde el Casal Foment de ERC, en el arrabal de Robuster, no descartaban que se pueda reeditar este pacto a tres bandas, pero esta vez con Noemí Llauradó como alcaldesa, teniendo en cuenta que ahora ERC supera en votos a Junts y, por lo tanto, parte con mayor favoritismo.
No obstante, en el caso de que ERC, Junts y Ara Reus volvieran a pactar, no conseguirían alcanzar la mayoría de 14 concejales necesaria para desbancar al PSC de Sandra Guaita, por lo que prácticamente todos los escenarios quedan abiertos y más que nunca las próximas horas serán decisivas.
Barra libre
El ambiente en el Casal Foment de ERC era prácticamente festivo ayer por la noche. El local se llenó desde primeras horas de todos aquellos afiliados y simpatizantes de ERC que querían seguir la noche electoral desde el televisor del local, sirviéndose del extenso pica-pica y la ‘barra libre’. «Coged lo que necesitéis», se oía.
A pesar de que desde un principio ERC se situó como segunda fuerza, y con menos ediles, los ánimos estaban altos. Los seis concejales obtenidos en 2019 fueron realmente excepcionales. Y es que hace cuatro años, los republicanos consiguieron doblar literalmente los votos de 2015. Unos resultados históricos que, realmente, era difícil de superar, pero sí de mantener, y es esto, precisamente, lo que ha conseguido el partido, por lo que nada a lamentar.