Durante la jornada, que ha reunido públicamente por primera vez a todos los representantes de las principales asociaciones de automoción española*, se ha remarcado el enorme esfuerzo que el sector de la movilidad está realizando desde hace años para alcanzar el objetivo de hacer de Europa el primer continente climáticamente neutro del mundo de aquí a 2050.
Las diferentes asociaciones que forman NIM, desde cada uno de sus sectores, han afirmado estar plenamente comprometidos con los objetivos medioambientales mediante el impulso de una movilidad más sostenible a través de la adopción de medidas y estrategias que permitan a nuestro país seguir progresando en la necesaria renovación del parque, mediante la fabricación y comercialización de los nuevos vehículos bajos en emisiones.
Este impulso, no obstante, debe necesariamente tener en cuenta al ciudadano, que, como guía activo y comprometido de este proceso, debe marcar el camino de las nuevas tendencias a la hora de desplazarnos por las ciudades ante la multimodalidad de medios de transportes existentes, convirtiéndose, así, en parte esencial y protagonista de una movilidad racional, coherente y sostenible.
Para ello es crucial, además de su compromiso, que se les asegure una uniformidad en los enfoques regulatorios en los distintos niveles de la administración, una acción coordinada entre todos los decisores públicos que ofrezcan al ciudadano soluciones de mercado asequibles, así como políticas activas comunes y coherentes que animen a los usuarios a adaptar definitivamente sus tendencias de movilidad a fórmulas respetuosas con el medio ambiente, más eficientes y responsables. En función de este uso responsable se conseguirán mejores resultados para la economía y para el conjunto de la sociedad.
En este sentido, para Ricard Casalins Ribó, Coordinador General de Mobility Institute, quien ha participado en la mesa de debate durante la jornada, “lo que está claro es que el usuario urbano quiere cambiar: según una encuesta propia realizada a ciudadanos de Madrid y Barcelona (en ciudad y sus primeras coronas), desde enero de 2019, de manera casi constante, existe entre un 30 y un 35% de personas que afirman no estar satisfechas con su movilidad diaria. En este grupo hay tanto usuarios de vehículo privado como de transporte público. Esto es una grandísima oportunidad para ofrecer servicios de movilidad de calidad, tanto para el sector privado como para la administración”.
Con respecto a cómo ha evolucionado la normativa reguladora si hablamos de vehículos privados, transporte público y resto de desplazamientos, Ramón Ledesma, Asesor de Pons Seguridad Vial, quien también intervino en esta mesa redonda, ha indicado que “toda la arquitectura normativa ha estado históricamente vinculada al vehículo de cuatro ruedas como eje a través del cual se ordenaba la movilidad. La situación ha cambiado radicalmente y hoy es el ciudadano el que debe marcar las prioridades de esa nueva movilidad, que además de sostenible debe ser eficiente y segura si queremos que realmente se imponga como alternativa a lo que ya sabemos que no funciona en la movilidad actual”.
Por tanto, para avanzar en este cambio de paradigma, urge involucrar a la ciudadanía en la transición hacia sociedades más modernas y ciudades limpias con multitud de opciones de desplazamiento más seguras, inclusivas, asequibles y sostenibles, considerando la movilidad como un elemento de cohesión social pero buscando la eficiencia regulatoria y evitando medidas que se basen en prohibiciones, sino, más bien, en la definición de estrategias que permitan al resto de agentes ofrecer al ciudadano el principio ineludible de “accesibilidad universal”.
*Declaraciones Representantes de las Asociaciones fundadoras de NIM durante la jornada:
Arturo Pérez de Lucia, director general de AEDIVE: “La movilidad urbana está llamada a ser eléctrica, con la consiguiente reducción de contaminación y ruidos, porque además de sostenible, es eficiente energéticamente para impulsar las energías renovables, el almacenamiento energético y la generación distribuida, pero también será conectada, compartida y en algunos casos, autónoma. Tampoco hay que descartar el desarrollo creciente de soluciones eléctricas aerotransportadas con drones para personas y mercancías, que ya cuenta con vehículos y para lo que se trabaja en lo que atañe a su regulación”.
José-Martín Castro Acebes, presidente de AER: “El sector está apostando decididamente por las inversiones en movilidad sostenible. Los clientes están apoyando este proceso, porque tienen un gran compromiso con el medio ambiente, como lo demuestra el uso responsable que hacen de la tecnología”.
José María Riaño, secretario general de ANESDOR: “Para acelerar el proceso de descarbonización se debe adoptar la premisa de usar el vehículo que mejor se adapte a cada circunstancia, con la tecnología más eficiente. En este entorno multimodal que ya es una realidad, las motos y especialmente las eléctricas, que ya son más del 8% del mercado, jugarán un papel destacado”.
José López-Tafall, director general de ANFAC: “La industria de la automoción, y en concreto los fabricantes de vehículos a la que representa ANFAC, está trabajando en poner en el mercado los vehículos más eficientes y que cumplan con las demandas de descarbonización de las ciudades, la sociedad y las administraciones. En la actualidad hay más de 150 modelos de vehículos de cero y bajas emisiones disponibles para la compra y este número crecerá exponencialmente. La automoción está liderando una transformación, pero este cambio tiene que venir respaldado por el sector público y por todo el ecosistema de la nueva movilidad. Tenemos que hacer de la automoción un proyecto-país en el que alcanzar nuestros objetivos preservando la potencia y la calidad de la industria en España”.
Javier Gonzalez Pereira, presidente de ASCABUS: “Queda un largo camino por recorrer para alcanzar la neutralidad climática en 2050, un camino que estamos llamados a liderar desde la asociación Ascabús. Somos un actor clave para dotar de los Autobuses necesarios al Transporte de viajeros por carretera”.
Juan Luis Fernández, director de asuntos públicos de FACONAUTO: “Desde Faconauto y los más de 2.000 grupos de concesionarios que representamos somos conscientes de la imparable descarbonización del parque automovilístico; así como de nuestro rol de prescriptores de la nueva movilidad. Así, el sector prevé movilizar casi 500 millones de euros en los próximos tres años para invertir en instalaciones y nuevos servicios, especialmente los vinculados al ecosistema eléctrico y a las nuevas formas de uso y venta online”.
Juan Luis Barahona, presidente ejecutivo de FENEVAL: “Las nuevas tecnologías, servicios y las cada vez más modernas formas de relación con los clientes son un punto clave en esta movilidad del futuro, más sostenible e inteligente. El pago por el uso del vehículo es ya una tendencia creciente e imparable”.
Jaime Barea, director corporativo de GANVAM: “La distribución, a la que GANVAM representa, es el puente para conectar al ciudadano con la oferta de movilidad descarbonizada, pero los esfuerzos del sector automoción por cumplir unos ambiciosos objetivos con los que está absolutamente comprometido deben ir acompañados de un marco que favorezca la descarbonización. Por ejemplo: en lo que va de año se han vendido cerca de medio millón de vehículos de más de 15 años, un 20% más que en 2019, evidenciando la necesidad de un plan eficaz de incentivo al achatarramiento que facilite el acceso de todos los perfiles a un vehículo eficiente y donde sea más rentable achatarrar el coche antiguo que venderlo en el mercado de segunda mano”.
José Portilla, director general de SERNAUTO: “Los proveedores de automoción llevan décadas fabricando y suministrando sistemas, componentes y tecnologías para que los vehículos sean cada vez más limpios y eficientes. Gracias a una alta inversión en innovación, se están desarrollando componentes para sistemas alternativos de propulsión, nuevos materiales y diseños para el aligeramiento del vehículo, así como componentes para el vehículo electrificado, contribuyendo, con ello, a promover a una movilidad más sostenible desde el punto de vista medioambiental, económico y social”.