Robots colaborativos de proximidad

Binder inaugura una nueva fábrica en Reus para impulsar su línea de robótica colaborativa Mantis, creada en 2021

18 mayo 2022 13:58 | Actualizado a 19 mayo 2022 15:53
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Robots colaborativos y de proximidad. Desarrollados y fabricados en Reus, para empresas del Camp de Tarragona y más allá. El pasado mes de febrero, la empresa de ingeniería y soluciones electromagnéticas Binder estrenó nuevas instalaciones industriales de 650 metros cuadrados en el polígono Alba, en Reus, tras mover su actividad desde su ubicación previa en el polígono Riu Clar de Tarragona.

El cambio de ubicación respondía a las necesidades de espacio para desarrollar su última línea de negocio: el diseño y fabricación de robots colaborativos orientados a su uso industrial, que comercializan bajo la marca Mantis, registrada en el año 2021.

Lo explica Khaled Chamari, copropietario, director general y jefe de ingeniería de esta empresa, que hasta entonces se había dedicado exclusivamente a la comercialización de productos y soluciones electromagnéticas para la industria, además de servicios de ingeniería ‘llaves en mano’: «El concepto es hacer celdas robotizadas especializadas, que puedan sustituir trabajos repetitivos».

$!Enric Pijuan (izquierda), responsable comercial de Binder, y Khaled Chamari, CEO. Foto: Alba Mariné
Binder nace en 1911 en Alemania, fundada por Wilhelm Binder y dedicada a diseñar y fabricar componentes de precisión de alta calidad, a los que incorpora la inducción electromagnética. En 1992, abre sucursal en Miami Platja (Baix Camp) para España y Portugal. Tres años más tarde, un holding holandés compra la matriz alemana y la sucursal española se convierte en una empresa independiente con derechos de distribución de sus productos. En 2009, Khaled Chamari compra esta empresa e inicia, junto a su socia y esposa Thalia Chamari, una nueva etapa.

El primer modelo que han sacado al mercado es un paletizador automático, «un robot colaborativo o cobot -describe Khaled Chamari-, sin barreras y transportable», que automatiza el proceso de carga de productos sobre un palé.

Al final de una línea de producción de la que salen cajas para su distribución, por ejemplo, uno de estos robots colaborativos puede encargarse de recoger cada una de esas cajas que llegan por la cinta transportadora e irlas cargando, de manera ordenada, sobre un palé que, una vez completo, otra persona o cobot se encargará de transportar hacia el almacén o el muelle de carga.

$!En el año 2016, Binder crea su propio departamento de ingeniería, mediante el cual empieza a ofrecer servicios para proyectos ‘llaves en mano’, con soluciones de automatización de procesos industriales. En 2021, registran la marca de robots Mantis. Foto: Alba Mariné

Pensando en la pequeña y mediana empresa, donde a menudo los costes financieros suelen ser una barrera para dar el salto hacia la Industria 4.0 y la robotización, en Binder han pensado una propuesta que contempla tanto la opción de compra como la de alquiler. «Al final -explica Chamari-, es una contratación robótica, con celdas robotizadas estándares, aunque customizables».

«Todo depende de la educación financiera de los clientes -prosigue Khaled Chamari- pero, en el caso del alquiler, nosotros calculamos siempre una cuota mensual igual o inferior al sueldo del trabajador [que ese robot va a sustituir]». Lo cual no significa necesariamente que la llegada de uno de estos cobots elimine un puesto de trabajo humano, sino que le sustituye en tareas repetitivas de bajo valor para que pueda ocuparse de un trabajo con mayor valor añadido.

Binder cuenta con tres grandes áreas de negocio. La primera es B-Magnetism, con soluciones electromagnéticas para todo tipo de industria. La segunda es B-Systems, con soluciones de automatización de procesos industriales llave en mano. La tercera y más reciente es su línea de robots Mantis.

«Se trata -explica Khaled Chamari- de deshumanizar las tareas que no son para humanos, lo cual evita bajas, lesiones...». Junto al alquiler, la segunda opción de comercialización de la nueva línea de robots Mantis es la venta de toda la vida, con un cálculo de retorno de la inversión que oscila «de los ocho meses, en el mejor de los casos, hasta los dos años, en el peor», calcula Chamari, que añade: «Todo dependerá de la cantidad de personal que hace esa tarea».

Tras este robot paletizador, Binder tiene en desarrollo dos modelos más de robots bajo la marca Mantis, que esperan sacar al mercado antes de finalizar el presente año 2022. El primero de ellos es un robot de carga y descarga para máquinas CNC, mientras que el segundo es un pulidor.

Los robots que diseña y fabrica Binder bajo la marca Mantis son robots colaborativos o cobots, que pueden entrar en contacto con humanos sin necesidad de guardar distancias.

Confían que puedan hacerse un hueco en el mercado local del Camp de Tarragona, aprovechando su proximidad, que quieren potenciar, sin olvidar otros mercados donde también están presentes, como el catalán, aragonés y valenciano. «Tenemos también clientes en el País Vasco o Marruecos -explica Khaled Chamari-, pero lo mejor para la ingeniería es la cercanía, con lo que desde este año nos centraremos en estos mercados, potenciando más la provincia de Tarragona, para que las empresas de aquí sean más competitivas».

«La gente tiene interés -reconoce-, pero falta conocimiento, y luego falta inversión. Lo que sí que tenemos comprobado es que, una vez probado un proyecto, se animan y van siguiendo».

Los próximos pasos son incorporar la sensorización y la incorporación de «un kit para comunicar nuestras máquinas con la empresa, para proporcionarle datos», que puede facilitar, entre otras cosas, la mejora de procesos o el mantenimiento predictivo. También la incorporación de la Inteligencia Artificial, «para integrarla en las máquinas» y avanzar en Industria 4.0. Con este fin, esperan incorporar este año a su equipo, hoy compuesto por nueve personas (cuatro de ellas dedicadas a la ingeniería), otras dos o tres personas «para desarrollar Inteligencia Artificial».

Automoción, aeronáutica, industria cosmética, ferrocarril, defensa o industria alimentaria son algunos de los sectores donde trabaja Binder. Tras un periodo de fuerte especialización en automoción, la pandemia ha reforzado su presencia en el sector alimentario.

Con una facturación de 1,3 millones de euros en 2021, un 30% de su negocio ya procede del departamento de ingeniería y robótica, con proyectos ‘llave en mano’ y de robotización. Las expectativas son que, de cara a final de año, cuando esperan alcanzar una facturación de 1,7 millones de euros que les situará en niveles prepandemia, ese porcentaje alcance ya un 50% de las ventas.

El resto seguirá siendo su negocio tradicional, dedicado a la comercialización de productos electromagnéticos, tales como electroimanes de sujeción para transporte o puertas cortafuegos, frenos y embragues electromagnéticos para grúas elevadoras, radares o instalaciones eólicas.

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