El estrés, el agotamiento emocional y la falta de conciliación entre la vida personal y la profesional tienen un impacto en la salud de los trabajadores, y es por ello que garantizar las condiciones y el bienestar laboral es un factor determinante que, hoy en día, escala posiciones en las empresas. De acuerdo con los datos del estudio ‘State of the Global Workplace 2024’ de la consultora Gallup, uno de cada cuatro empleados españoles siente tristeza diaria en su lugar de trabajo y un 36% padece estrés.
De hecho, estas situaciones llevan en muchas ocasiones a reflexionar sobre la continuidad en el puesto de trabajo. En este sentido, el ‘Informe de InfoJobs sobre Intención cambio de empleo’ indica que el 28% de los profesionales considera la salud mental (vinculada a la sensación de ansiedad o fatiga por la carga laboral, trastornos del sueño generados por el trabajo, etc.), como uno de los principales motivos para cambiar de empleo. No es de extrañar, pues que, según el V Barómetro InfoJobs sobre Preocupaciones de los españoles en relación al empleo, la principal sea el estrés laboral, condicionado por el exceso en la carga de trabajo o plazos de entrega ajustados (el concepto ha sido actualizado en el estudio, ya que previamente se relacionaba con el exceso o la urgencia de trabajo), que obtiene el 56%.
En el caso de Catalunya, la primera inquietud es que el aumento del salario no compensa el incremento de la inflación (con el 60% vs. 55% del dato nacional) — en el mes de agosto, la tasa de variación anual del IPC se situó en el 2,3%—, y el estrés se posiciona en segunda posición en la CC. AA, con el 59%.
A esta inquietud le sigue el retraso de la edad de jubilación, con el 56% (mismo porcentaje que en la nacional). El hecho de que siga siendo una de las principales preocupaciones tiene que ver con la composición de la población (según datos del SEPE, el 49% del total de los ocupados en España tiene más de 45 años), y también está directamente relacionada con la situación actual del país en torno a este asunto. En 2021, se tomó la decisión de alargar la edad de jubilación, con la idea de ampliarla hasta los 67 años en 2027. El retraso de la edad de jubilación favorece la sostenibilidad del sistema de pensiones; sin embargo, posponer el fin de la vida laboral puede tener consecuencias adversas para la salud y reducir la esperanza de vida de aquellos que optan por hacerlo.
España se posiciona en 2024 como el peor país de la Unión Europea en términos de seguridad de la jubilación en el Índice Mundial de Jubilación, siendo Suiza, Noruega e Islandia los países que encabezan la lista, de acuerdo con Natixis Investment Managers. A pesar de haber incrementado ligeramente su puntuación global en un punto porcentual, pasando del 48% al 49%, a escala mundial se sitúa en la posición 39 de 44 países.
Siguiendo con el ranking, la cuarta posición es para los salarios/puestos no acordes a la experiencia y formación de los profesionales, con el 53% (vs. 52% a nivel nacional).
Cambio de prioridades
En palabras de Mónica Pérez, directora de Comunicación y Estudios de InfoJobs: «Estamos ante un cambio de las prioridades en el mercado laboral en el que ha ido ganando importancia el bienestar emocional de los trabajadores, y se debe trabajar para garantizarlo, no solo para preservar la productividad, sino también para construir una cultura laboral que priorice a las personas. Por otra parte, la jubilación es una preocupación constante a lo largo de los años. A pesar de que la sostenibilidad del sistema de pensiones es una cuestión fundamental para el futuro del país, no podemos dejar a un lado las consecuencias negativas que esta medida puede ocasionar en la salud y en la calidad de vida de los trabajadores».
Las preocupaciones varían respecto a hombres y mujeres. La principal preocupación de las mujeres catalanas es el estrés laboral, con el 63% (vs. 54,5% de los hombres). A esta preocupación, le sigue la inquietud por el aumento de los salarios que no compensa el incremento de la inflación, con el 61% (vs. 58,5% de los hombres). Los hombres, por su parte, se encuentran más preocupados porque los salarios/puestos no son acordes a la experiencia y formación, con el 53% (vs. 51,5% de las mujeres). También destacan la falta de motivación en el trabajo, con el 48% (vs. 43% de las mujeres).