Cellers Domenys sale a exportar

La cooperativa con sede en el Baix Penedès busca hacer crecer sus ventas en EEUU

03 diciembre 2023 22:25 | Actualizado a 04 diciembre 2023 12:59
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Cellers Domenys i Secció de Crèdit, cooperativa vitivinícola de primer grado con sede en Sant Jaume dels Domenys (Baix Penedès), apenas lleva desde el año 2019 embotellando y comercializando vino bajo su propia marca, Domenio. Tres años después, entre un 8% y un 10% de su producción de vino se encuentra bajo esta marca, con alrededor de 500.000 botellas, de las que un 25% están destinadas a la exportación.

«Nuestro objetivo -relata Lluís Roig, gerente de Cellers Domenys- es llegar a los cinco millones de botellas en pocos años, mimando todo lo que podamos nuestro territorio más próximo, pero apostando claramente por la exportación, que está creciendo».

Tras Catalunya (que es hoy su principal mercado), se encuentran los EEUU, México, Canadá, Bélgica, Holanda, Finlandia, Dinamarca y Reino Unido como principales destinos, con EEUU como el que mayor potencial de crecimiento presenta.

Esta expansión en los mercados internacionales que ambiciona esta cooperativa con 600 socios, una facturación de 14,5 millones de euros en 2022 y presencia en el Baix Penedès, el Alt Camp y la Conca de Barberà, está basada en su apuesta por la comercialización de vinos propios iniciada en 2019, tras una trayectoria histórica dedicada a la producción y comercialización de vinos a granel, con una fuerte presencia del vino base para la elaboración de cava.

En 2019, esta cooperativa comenzó a vender vinos bajo su propia marca: Domenio

Con más de 2.000 hectáreas de viñedos y una producción media de 18 millones de kilos de uva al año, los productos vitivinícolas son la principal actividad de esta cooperativa, a la que sigue a mucha distancia el aceite de oliva, donde la producción media anual ronda el millón de kilos de olivas.

Constituida como Cellers Domenys en 2010, esta cooperativa tiene sus orígenes en la cooperativa de Sant Jaume dels Domenys, fundada en este municipio del Baix Penedès en el año 1917. El cambio de denominación responde al fuerte proceso de expansión iniciado en 2006, cuando absorbe la cooperativa de Banyeres del Penedès, a la que suma en 2010 la de La Bisbal del Penedès, ambas en el Baix Penedès, y decide cohesionar estas incorporaciones con una nueva marca.

Le siguen, en el año 2011, las fusiones de las cooperativas de Rocafort de Queralt y Blancafort (en ambos casos, en la Conca de Barberà), Rodonyà (Alt Camp) en 2014 y Pira (Conca de Barberà) en 2015, hasta sumar un total de siete cooperativas dedicadas principalmente al vino y el aceite.

«El objetivo de estas fusiones -explica Lluís Roig- ha sido coger dimensión y ser más competitivos ante los retos del mercado», en especial en un contexto en el que la industria del cava ha cambiado en los últimos años la propiedad y el accionariado en algunas de las principales empresas consumidoras de vino base para cava situadas en el Alt Penedès.

Esos cambios en el sector, que alteran significativamente -con la entrada de nuevos actores internacionales- unas dinámicas que se habían mantenido reconocibles durante décadas en esa comarca, fueron uno de los factores principales que llevaron a Cellers Domenys, en el año 2019, a dar el paso para elaborar sus propios vinos y cavas (además de aceites) con marca y comercializacón propia.

Cellers Domenys produce hoy medio millón de botellas de vino y cava

«En el sector del cava -cuenta Lluís Roig- vienen cambios importantes. Esa reflexión la hicimos en 2019, y de ahí surgió una apuesta clara por los vinos y cavas de marca propia embotellados y, en paralelo, una estrategia de enoturismo de la mano de la bodega modernista de Rocafort de Queralt, en la Conca de Barberà».

Con la suma de siete cooperativas (en un proceso de expansión que no dan por terminado), Cellers Domenys ha llevado a cabo, a medida que incorporaba socios a este proyecto común, una reestructuración en torno a «una sola cooperativa de primer grado, con un solo consejo rector y una sola asamblea -relata Lluís Roig-, donde todos los socios tuviesen los mismos derechos y obligaciones».

Esta integración ha llevado a la especialización de los distintos centros de trabajo, con una bodega en Sant Jaume dels Domenys en la que se elaboran vinos blancos tranquilos y espumosos, una segunda bodega en La Bisbal del Penedès para elaborar vinos tintos, y una tercera en Pira, para la vinificación de vinos blancos, tintos y rosados (tanto tranquilos como espumosos), con uvas de la Conca de Barberà.

Por último, en Blancafort (también en la Conca de Barberà), se llevan a cabo microvinificaciones con variedades autóctonas, viñedos viejos y otros vinos especiales con producciones muy limitadas. A esta bodega de microvinificaciones se le suma el molino de aceite que esta cooperativa mantiene en La Bisbal del Penedès, para dar servicio a todos sus asociados y producir sus dos marcas de aceite DOP Siurana: Cellers Domenys y Clot de l’hora. Además de esta Denominación de Origen Protegida para aceite, Cellers Domenys cuenta con otras cuatro DO, en este caso de vinos: Penedès, Cava, Catalunya y Conca de Barberà.

Junto a la elaboración y comercialización de vino y aceite embotellado con marca propia, el segundo eje estratégico de esta cooperativa con sede en Sant Jaume dels Domenys es el enoturismo, donde han fijado su punto de partida en el edificio modernista que poseen en Rocafort de Queralt (Conca de Barberà), obra de Cèsar Martinell y primera ‘catedral del vino’ de Catalunya.

En estas instalaciones, a través de la Fundació Domenys, creada en 2021, es donde se instalará, una vez rehabilitadas, el primer centro de interpretación de la obra de Cèsar Martinell, en un proyecto enoturístico que quiere alcanzar los 20.000 visitantes al año.

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