Dow Tarragona reivindica las tecnologías puente para su descarbonización

La multinacional química estadounidense presenta su plan para alcanzar las cero emisiones en Tarragona en 2050, con el hidrógeno circular y el almacenamiento de dióxido de carbono como herramientas para la transición

01 octubre 2024 22:13 | Actualizado a 01 octubre 2024 22:19
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Hidrógeno circular y captura y almacenamiento de carbono (CCS, por sus siglas en inglés). Son las dos tecnologías puente con las que la multinacional química estadounidense Dow Chemical quiere llevar a cabo el proceso de descarbonización de su cracker en el Polígono Norte del polo petroquímico de Tarragona y, con ello, contribuir a la descarbonización de este clúster, el más importante del sur de Europa en el sector petroquímico.

Esta empresa presentó ayer su plan para dejar de emitir CO2 a la atmósfera en 2050, en una presentación que tuvo lugar en el Complejo Industrial de Dow Tarragona (en La Canonja), donde participaron el director del complejo, Ignasi Cañagueral; el presidente de Dow Chemical Ibérica, Antonio Logroño; la directora de Relaciones Institucionales de Dow en España, Marianne Berthelot, y Paula Fernández-Canteli, jefe de proyecto del Instituto Geológico y Minero de España (IGME – CSIC).

Alcanzar la neutralidad climática en 2050, tal y como presentó Dow, supondría reducir en cerca de un millón de toneladas sus emisiones anuales de CO2, que se concentran principalmente en su cracker del Polígono Norte (al que le acompaña un segundo cracker propiedad de Repsol), del que sale buena parte de la materia prima, en forma de naftas, con las que se elaboran los polímeros del Polígono Sur.

Tres fases

La hoja de ruta de Dow contempla tres fases, que se desarrollan progresivamente hasta el año 2050. La primera prevé una reducción de emisiones de hasta el 20% de CO2 (siempre respecto a las emisiones de 2020) gracias a la electrificación y ejecución de proyectos de eficiencia energética. Las mejoras introducidas en el cracker en las paradas de 2021 y, especialmente, las que se ejecutarán en la parada de 2029, son los principales hitos de este periodo.

En una segunda fase, durante las décadas de 2030 y 2040, se contempla la utilización de esas tecnologías puente, como son el hidrógeno circular o la captura y almacenamiento de dióxido de carbono. El despliegue de estas tecnologías supondría una reducción de hasta el 90% de las emisiones de CO2 de esta empresa.

Por último, en 2050 se llegaría a la tercera fase, la de la consecución de la neutralidad climática, sin emisiones de CO2 a la atmósfera. Para ello, se prevé la implementación de tecnologías como la electrificación del cracker o el aprovechamiento del hidrógeno verde.

Ignasi Cañagueral, director del Complejo Industrial de Dow en Tarragona, aseguró que «hacemos todo esto porque estamos convencidos de que lo que fabricamos en Tarragona tiene valor: todo requiere hoy polietileno, y queremos seguir produciéndolo en Tarragona, porque eso nos da autonomía estratégica».

Para ello, Cañagueral explicó que son necesarias tres acciones: «Diferenciación de productos, descarbonizarnos y ser circulares; y todo esto, continuando siendo competitivos». Para asegurar esa competitividad, explicó, van a ser necesarias esas tecnologías puente que quieren desplegar a partir del año 2030.

El contexto europeo, en especial tras la publicación del informe Draghi y la propuesta de los nuevos comisarios de la Comisión Europea, se mueve en esta dirección, donde el componente ‘Verde’, aunque no desaparece de la agenda, cede protagonismo al concepto de ‘Limpio’, donde se inscriben estas tecnologías puente.

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