Conciliar pensión y trabajo será menos rentable

La jubilación en España es drástica. La opción parcial y activa no triunfa: sólo 133.000 personas se acogen, casi la mitad autónomos al frente de su negocio

15 abril 2024 12:42 | Actualizado a 15 abril 2024 14:24
Se lee en minutos
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

Compaginar trabajo y pensión es una especie en peligro de extinción. La jubilación en España es drástica: la inmensa mayoría de quienes lo hacen pasan de la noche a la mañana de trabajar ocho horas cada día a cero.

Las personas que se jubilan y mantienen su empleo son pocas, muy pocas: apenas 133.000 en la actualidad del total de 6,3 millones de jubilados que hay, lo que representa poco más del 2%.

Y menos habrá en el futuro, puesto que el Gobierno pretende acotarla tanto y hacerla menos rentable, que serán todavía menos los que puedan optar a acogerse a una modalidad híbrida.

Una de las grandes novedades que traerá la reforma de la jubilación parcial es establecer unos coeficientes reductores para la pensión, que además se mantendrían una vez alcanzada la jubilación completa. Y, al mismo tiempo, se retrasa a los autónomos cinco años poder cobrar el 100% de su pensión y continuar con su actividad, con lo que hasta los 70 años no accederían a su jubilación total.

Cuatro opciones

En España, por regla general, cobrar la jubilación y un sueldo es incompatible, aunque se establecen cuatro excepciones: la jubilación parcial, que permite jubilarse gradualmente, ya sea antes o después de la edad legal, con un reparto proporcional entre pensión y salario, en paralelo a la reducción de jornada, y con un trabajador que lo releva; la jubilación activa, que se da cuando la persona se jubila y compatibiliza parte o toda su pensión con un trabajo remunerado; la jubilación flexible, cuando un pensionista jubilado vuelve al mercado laboral, con un trabajo remunerado a tiempo parcial que disminuye proporcionalmente su pensión y la jubilación compatible con un trabajo autónomo, cuando un jubilado realiza trabajos por cuenta propia que nunca pueden exceder el salario mínimo.

Sin embargo, estas excepciones legales para compatibilizar la pensión con el trabajo retribuido están «llenas de desincentivos y disfunciones que las convierten en poco operativas, según denunció Fedea recientemente en un informe.

Además, la opción actual que hay encima de la mesa seguiría esa línea: poner más trabas y limitar la jubilación híbrida, con unos requisitos más duros y unos beneficios mucho menores, ya no solo porquecobrarían menos pensión, sino también porque se exige al que se jubila que vaya a trabajar a diario, al prohibir la concentración de jornada que está tan extendida.

Lo que pretende el Gobierno es seguir aumentando la edad efectiva de jubilación, tal y como pidió el FMI hace un par de días en su último informe y que su coste económico sea menor para las arcas del Estado y mayor para las empresas, a costa de elevar cotizaciones y recortar la pensión de los jubilados.

No obstante, la edad media de acceso a la jubilación parcial ya ha aumentado un año en la última década: si en 2013 se situaba en los 61,5, ahora está en 62,5 años.

Y, además, su peso se ha ido reduciendo de forma considerable, hasta el punto de que se ha recortado a la mitad en apenas 15 años. En 2008 los jubilación parcial suponía el 14,7% del total de altas, mientras que ahora son solo el 7,4%. El año pasado eligieron este tipo de retiro gradual poco más de 26.000 personas, que cobran una pensión media de 1.526 euros al mes, casi 110 euros más que la general. En total, hay en la actualidad 68.646 jubilados a tiempo parcial, de los cuales un 70% son hombres.

Comentarios
Multimedia Diari