Antonio Catalán (Corella, Navarra, 1948) es uno de los empresarios hoteleros españoles de mayor éxito. Hijo de un taxista -que luego montó varias gasolineras-, creó su primer hotel en Pamplona con 29 años. Antes había gestionado una delas gasolineras de su padre. Después vinieron muchos más hoteles hasta formar la cadena NH.
En 1997, tras discrepancias con la administración del grupo, abandonó NH y vendió todas sus participaciones a los accionistas italianos, por un total de 12.000 millones de pesetas (setenta millones de euros). Creó entonces su propia marca, AC Hotels, con la que se unió al grupo estadounidense Marriot Internacional. En 2011 vendió un 50% de AC a Marriott por 80 millones de euros.
Catalán Díaz es máster Honoris Causa por IEDE, Escuela de Negocios. Modernizó el negocio hotelero y es un referente en el sector, siempre ha hablado claro: defendió la subida del salario mínimo, la derogación de la reforma laboral del Partido Popular y cree que hay que subir el precio de los hoteles en España.
¿Cómo ve la situación económica y del turismo?
Es bastante dramática. Dependemos exclusivamente de las vacunas. Llevamos un año perdido, y salvo que haya un milagro y estemos vacunados antes del verano, lo que con estas cifras es imposible, vamos a tener una segunda repetición. Por eso, el Gobierno tiene que mantener los ERTE hasta el final porque, de lo contrario, no es que se vaya a ir a un ERE, es que las empresas acabarán en concurso.
¿Da por perdido el verano?
La Semana Santa ya la dí absolutamente por perdida y el verano, con los números en la mano, lo doy por perdido también. No quiero ser pesimista pero tenemos un problema de abastecimiento de vacunas. Europa ha negociado mal el suministro.
¿Ve incoherente que los extranjeros puedan venir a España pero los españoles no pudieran moverse esta Semana Santa entre comunidades autónomas?
Lo único que está demostrado es que cuando nos encerraron a todos bajó de verdad la incidencia del coronavirus. Lo que funciona es la contención y vacunarse a tope. Tenemos que estar lo más herméticamente cerrados y que suba el nivel de vacunación. Es lo único que nos puede salvar.
Usted pasó la Covid.
Sí. He estado en la UCI. Me gustaría ver a estos chavalitos que están de cachondeo por ahí qué les parece una temporadita en la UCI. Y que lleguen aquí franceses me parece una broma, porque eso de que van a ver museos... con la trompa del día anterior no están para ver museos.
Y no son clientes de los hoteles.
Los franceses lo dicen claramente: «Venimos aquí porque en nuestro país está todo cerrado». Y no son los clientes habituales de los hoteles. Están en los pisos turísticos. Habría que cerrar los pisos turísticos a cal y canto hasta que acabe la pandemia. Nadie los controla.
¿Qué medidas debería tomar el Gobierno para ayudar al sector turístico y hotelero?
Haría falta un gran ICO de 30.000 ó 40.000 millones de euros específico para el sector, a diez años con tres de carencia y con un tipo de interés mínimo. Necesitamos un ICO fuerte, es lo que está haciendo Alemania para sujetar el tejido productivo.
¿Y si no se toman medidas?
Si el Gobierno no lo hace así, va a haber una carnicería. El sector hotelero va a llevar dos años cerrado, con toda la pérdida del circulante que esto supone, y necesita tiempo para recuperarse. España no tiene competencia en sol y playa, además tenemos seguridad jurídica, seguridad sanitaria y grandes hoteles. El sector turístico es el sector estrella en España, se puede mejorar y subir el precio.
¿Subir el precio?
Sí. Mis socios americanos dicen que España gestiona como el mejor del mundo y vende el peor del mundo. Uno de los grandes problemas es que estamos en manos de los turoperadores, que son los que fijan los precios, haría falta un gran turoperador español. No sé por qué tenemos que tirar los precios si no tenemos competencia. Con la devaluación de la libra hace cuatro años a los ingleses les subimos un 24% el precio y llegaron 18 millones de turistas. Cuando me dicen que nuestra competencia es Grecia o Turquía es que no han viajado allí.
No nos creemos nuestro producto.
No somos conscientes de que lo que tenemos no tiene competencia. Grecia no está preparada para un turismo de masas. En Turquía el tema de seguridad deja mucho que desear. No es lo mismo tener un accidente en Turquía o en la República Dominicana que en Mallorca. Aquí te sacan adelante. En otros países vuelves en la bodega del avión. Debemos poner en valor todo lo que tenemos. Subir el nivel del hotel y tirar para arriba el precio porque a un inglés le resulta más barato venir que quedarse en Londres.
Los fondos europeos pueden ayudar al cambio.
Deberían. Al final nos vamos a convertir todos en verdes, pero muertos. Estoy absolutamente de acuerdo en combatir el cambio climático, pero primero hay que intentar potenciar de forma clara y decidida lo que tenemos porque es lo más urgente.
¿El Gobierno se ha olvidado del sector turístico?
Yo creo que sí porque como todo el mundo está en lo digital y en lo verde se van a llevar mucho dinero las eléctricas, pero si no sacamos adelante al sector turístico el número de parados va a llegar al infinito.
¿Qué perspectivas tiene para el sector?
El año 21 lo doy por perdido, el 22 debería ser un año de recuperación y en el 23 deberíamos volver a la situación de 2019 porque la gente tiene ganas de moverse.
¿Qué le parece el rescate de Plus Ultra por la SEPI?
El rescate de Plus Ultra me parece una broma. Yo que soy del sector y no sabía ni que existía. Sin embargo, a Air Europa, que tiene 80 o 90 aviones y era lo que nos estaba ayudando al turismo a conectar por todos lados, le tenían que haber inyectado dinero de verdad (han sido 450 millones) porque a Lufthansa le han metido 11.000 millones y a KLM, 9.000 millones. Somos un país eminentemente turístico, necesitamos movilidad, tenemos islas y necesitamos los aviones.
¿Habrá fusiones en el sector?
En este momento el mercado no me huele a fusiones. El sector está con grandes problemas y no hay nadie que tenga músculo para coger a otro. Veo muchos hoteles en venta pero no cadenas con planes de fusión. Todo el mundo está a ver cómo sale adelante.
¿Estamos aprendiendo algo de la pandemia?
España es un país indisciplinado. La gente se ha saltado la Semana Santa con salvoconductos y verdaderos son solo dos. Necesita más disciplina. Nos falta responsabilidad colectiva, aunque se empeñen en decir que los incumplimientos es un tema minoritario, no lo es. Las fiestas están a tope, es un cachondeo.
¿La situación política lo complica más?
La situación política está entretenida. Hemos pasado del ‘todo por la patria’ a ‘todo por el voto’. En principio, los políticos intentan hacerlo lo mejor posible, pero la reflexión no puede ser que están peor en Francia, tenemos que fijarnos en los países que van bien. ¿Por qué no estamos como Corea, China, Japón o los emiratos? Y con el espectáculo que dan los políticos insultándose están perdiendo el respeto de la sociedad.