La cantidad de residuos que genera la industria de la moda ha sido la fuente de inspiración de la colección ‘Mama’, de la diseñadora Mireia Panisello (Amposta, 1998). La propuesta le ha hecho merecedora de uno de los galardones de la última edición de los premios MODA-FAD, que otorga la Asociación para el Fomento de la Moda del FAD en colaboración con el Museu de Disseny de Barcelona, a la mejor colección de moda sostenible. «El proyecto surgió del planteamiento, por parte de la universidad, de desarrollar un proyecto ficticio de moda de residuo cero. Se planteó la iniciativa a las alumnas que, como diseñadoras, debíamos intentar resolver esta problemática con nuestros diseños», explica la estudiante de tercero del Grado de Moda de BAU (Barcelona).
El punto de partida fue esta directriz, pero la diseñadora decidió cambiar el punto de vista y plantearse cómo podía responsabilizar al consumidor de los excesos de la industria textil. «El proyecto trata de despertar la conciencia del consumidor, en lugar de continuar escondiendo o solucionando un problema de manera interna, desde la propia industria de la moda», explica la joven de Amposta.
En los diseños de la colección, Mireia Panisello ha encontrado una solución creativa. «La colección del proyecto ficticio incluía prendas que el usuario podía comprar, y a la vez que recibía la ropa que había seleccionado también recibía los residuos que se habían generado en la confección», detalla la diseñadora. De este modo, sigue explicando, «el consumidor se da cuenta del impacto que tiene una prenda que puedes comprar en tu día a día».
Como diseñadora, Mireia Panisello también pensó en dar una segunda oportunidad a dichos residuos generados. «Sirvieron de relleno de las prendas de abrigo, ya que era una colección de invierno», explica. A mayor adquisición de prendas, más residuos recibiría en casa el consumidor.
Desde pedazos de tejido, sobrantes de los patrones, el prototipo utilizado para confeccionar la serie de prendas, restos de hilo o incluso restos de papel. Son algunos de los residuos que recibía el consumidor. «Hice un prototipo de un top, un pantalón y una chaqueta. En el caso del top los residuos generados llegaban a triplicar el peso de la prenda, mientras que en el caso del pantalón doblaba el peso de la pieza final», explica Marina Panisello.
Este proyecto ficticio le ha hecho merecedora del premio MODA-FAD a la mejor colección de moda sostenible. Sobre el reconocimiento, cree que ha recibido la distinción por «el enfoque de la iniciativa, ya que es diferente a lo que estamos acostumbrados». «Con la colección quería demostrar realmente, tocando y viendo, cuales son los residuos que hay detrás de la producción de una prenda de ropa, porque la mayoría de ciudadanos desconoce el proceso que hay detrás, y no puede hacerse una idea global del impacto», argumenta la diseñadora de Amposta.
Para la confección de las prendas, partes de arriba y de abajo, Panisello utilizó materiales sintéticos «porque quería jugar con la idea de que para hacer un proyecto sostenible no es necesario centrarse en los materiales, porque soy diseñadora, no ingeniera textil».
Establecer vínculos
Con la intención de despertar esta conciencia, la diseñadora de Amposta bautizó como ‘Mama’ a toda colección. «La colección se genera a partir de una matriz, que sería la prenda inicial, y todos los residuos que genera son partes que se desprenden de la propia prenda, como una familia», explica Mireia Panisello.
La diseñadora detalla que también «quería crear un vínculo dentro de la misma colección, ya que unas prendas terminan dentro de las otras, y con el propio usuario». En esta dirección emplaza a los consumidores a «reconsiderar la relación que mantenemos con los objetos que nos envuelven, y que no son cosas de un solo uso que deben acabar en la basura después de un mes o una temporada». Panisello hace hincapié en aplicar este razonamiento en el mundo de la moda, «donde las tendencias van tan rápido que no llegamos a crear ningún vínculo con los objetos».
Mientras, la joven da un toque de atención a toda la sociedad. «Debemos empezar a consumir desde lo que necesitamos, y no desde lo que la sociedad nos dice que necesitamos en nuestro día a día. Comprando con conciencia. No porqué una prenda esté rebajada, a un precio suculento, necesitamos cinco camisetas». En relación al papel que debe adoptar la industria textil, Mireia Panisello opina que la utilización de materiales más sostenibles «es una de las múltiples soluciones». A día de hoy, muchas empresas ya trabajan con estos materiales, lo que resulta un avance, pero el cambio no reside únicamente en la industria. «Si los usuarios seguimos comprando compulsivamente al final la acumulación de materiales continua existiendo. Se trata de crear un ciclo sostenible entre todos, porque al final la acumulación de residuos, sino está en las fábricas, estará en nuestros hogares», concluye la diseñadora.