Los pescadores de La Ràpita rechazan el acuerdo por ser un «chantaje» que los deja «tocados de muerte»

Los pescadores consideran «una injusticia» que se les penalicen los periodos de veda voluntarios que ya realizan.

11 diciembre 2024 12:14 | Actualizado a 11 diciembre 2024 13:33
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La Cofradía de Pescadores Virgen del Carmen de La Ràpita (Montsià), que representa a la flota de arrastre más importante del país, ha valorado «negativamente» el acuerdo sobre pesca alcanzado en la madrugada de este miércoles en Bruselas.

El secretario Joan Balagué señaló que el punto de partida sigue siendo la propuesta inicial de la Comisión Europea de limitar la actividad a 27 días anuales de pesca, y denunció el «chantaje» de condicionar el aumento de permisos a la adopción de nuevas medidas. «Volveremos a sufrir una reducción de jornadas y de capacidad de pesca», lamentó Balagué, refiriéndose a requisitos como el aumento del tamaño de la malla.

Los pescadores de La Ràpita se sienten «engañados y defraudados», ya que, según explican, los dos meses de veda voluntaria que ya realizan siguen penalizándolos en el cómputo total de actividad permitido.

Los pescadores rapitenses creen que no han sido suficientemente defendidos en las discusiones sobre la propuesta inicial de la Comisión Europea, que se prolongaron hasta la madrugada. Según el secretario de la Cofradía, Joan Balagué, los 27 días anuales de pesca siguen siendo el punto de partida. «Han dado una patada hacia adelante. Nos dejan tocados de muerte porque no es viable trabajar con los días que nos están dando», lamentó.

Para trabajar más allá de estos 27 días, el acuerdo incluye medidas de compensación acumulativas, de manera que se aumente esa asignación. Desde la Cofradía rapitense califican esto como un «chantaje» y alertan que, ni cumpliendo todos los requisitos, la situación del sector mejorará. El secretario recordó que la flota de arrastre acumula un 40% de pérdidas desde 2020 y ahora deberá sumar un recorte de días de pesca y una reducción de las capturas debido a las nuevas medidas. «Es un sector que están hundiendo poco a poco hasta que no podamos subsistir», advirtió.

Menos días y menos capturas

Como ejemplificó Balagué, Europa exige cambiar las redes de arrastre por otras con mallas más amplias para incrementar un 9,3% los días de pesca. Esto supondrá 2,5 días más, pero las embarcaciones perderán «capacidad de pesca». Algunas especies no se podrán capturar con mallas más grandes, como las vetas, la sepia y otras de «gran valor económico», lo que reducirá la facturación de los pescadores.

El acuerdo europeo también establece que implementar las modificaciones antes del 1 de mayo de 2025 permitirá incrementar los días de trabajo. Sin embargo, otra de las preocupaciones de los pescadores es que algunas de estas modificaciones no son de aplicación inmediata, aunque se ofrezcan ayudas del Fondo Europeo Marítimo de Pesca y Acuicultura. Según Balagué, el cambio de mallas tardará entre tres y cinco años en implementarse. «No hay ningún estudio que demuestre la viabilidad de esta medida, pero en tres o cinco años aquí no quedará ninguna embarcación de arrastre porque no podrán aguantar», advirtió.

Vedas que penalizan

Desde la Ràpita no comprenden «la satisfacción» de otras flotas. «Puede que en algunas zonas o caladeros les vaya bien, pero en nuestra zona, que es de pesca de costa, el acuerdo no es bien recibido porque hace aún más inviable el sector de arrastre. Es una medida injusta para aquellos que hemos hecho los deberes», reivindicó el secretario de la Cofradía.

Los pescadores rapitenses, en los últimos años, ya han reducido los horarios de pesca, han cerrado algunas zonas temporalmente y otras de forma permanente para «preservar el recurso», además de aplicar dos meses de veda voluntaria. Avalados por los estudios y el seguimiento del ICATMAR, defienden que en la costa ebrense han logrado «el rendimiento máximo sostenible» y la preservación de especies que están en peligro en otros puntos del Mediterráneo.

Sin embargo, estas vedas los penalizan al calcular los días de pesca. Los días laborables, unos 240 de media, son el punto de referencia para determinar los días disponibles. En la Ràpita, al realizar dos meses de veda, el cálculo se realiza sobre 200 días, lo que consideran que perjudica a la flota catalana, especialmente en Tarragona y el Ebro. La Cofradía rapitense reclama que el punto de partida del cálculo sea el mismo para todos.

«Creemos en las vedas, no como en otros lugares donde no las hacen. Tenemos estudios científicos que nos avalan, que demuestran que hacemos las cosas bien y que no hay un problema de recursos en nuestra zona», defendió Balagué. «Al final habrá muchos recursos, pero no habrá pescadores», advirtió.

En la Ràpita quedan 32 barcos de arrastre. En el último año se han perdido cuatro, pero el sector se ha reducido a la mitad en los últimos años en el puerto rapitense.

En la lonja de la Ràpita, el pescado de las embarcaciones de arrastre representa entre el 60% y el 65% de la facturación total. La Cofradía Verge del Carme cuenta ahora con una flota de unas 90 embarcaciones, aunque muchas son de pequeñas dimensiones y con un solo tripulante.

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