Endesa ha invertido 1,4 millones de euros para renovar tecnológicamente y digitalizar el parque de mediana tensión de la subestación de Tortosa con el objetivo de mejorar la calidad y la continuidad del servicio eléctrico a casi 19.000 clientes repartidos entre la misma capital del Baix Ebre y los municipios de L´Aldea, Roquetes y Tivenys. La actuación permite dejar las infraestructuras a punto para poder absorber más demanda e impulsar, así, la electrificación de la demanda, aspecto clave para acelerar el proceso de descarbonización y luchar para combatir el cambio climático.
El proyecto, que se ha prolongado durante dos años, ha consistido en la sustitución del parque convencional de la red de 25 kV -que estaba a la intemperie- por unas nuevas cabinas -16 en total- en el interior de un edificio, y blindadas. La nueva tecnología de última generación, tiene numerosas ventajas respecto a las anteriores, lo cual se traduce en una ganancia no solo en seguridad (el aspecto más importante), sino que facilita la configuración de las maniobras que se hayan llevar a cabo a la subestación.
En paralelo, se ha levantado otro edificio que corresponde a los servicios auxiliares de la instalación. Su montaje precisó de medios mecánicos de gran tonelaje, y una adecuada coordinación, puesto que la subestación está ubicada al entorno urbano.
Esta reforma pertenece al plan de inversiones de la Compañía en las Terres de l’Ebre, enmarcado en un ambicioso proyecto para renovar subestaciones de la Compañía no solo en Cataluña sino en todo el Estado en los próximos ejercicios. Con este tipo de intervenciones, la Compañía trabaja con un triple objetivo: absorber puntas de demanda concretas, el consumo de nuevos clientes que lo pidan y reforzar el incremento de demanda que pueda producirse en el futuro como consecuencia de la electrificación de la economía.
Los trabajos, que han supuesto una inversión de 1,5 millones de euros, aportados íntegramente por la Compañía, beneficiarán 36 municipios diferentes, básicamente del Berguedà: Avià, Bagà, Berga, Borredà, Capolat, Casserres, Castell de l’Areny, Castellar de n’Hug, Castellar del Riu, Cercs, L’Espunyola, Fígols, Gironella, Gisclareny, Gósol, Guardiola de Berguedà, Montclar, Montmajor, la Nou de Berguedà, Olvan, la Pobla de Lillet, Puig-reig, la Quar, Sagàs, Saldes, Sant Jaume de Frontanyà, Sant Julià de Cerdanyola, Santa Maria de Merlès, Vallcebre y Vilada; pero también la Coma i la Pedra, Guixers, y las Llosses (Solsonès), Gaià (Bages), Josa i Tuixén (Alt Urgell), y Lluçà (Osona). La subestación de Cercs alimenta los suministros más singulares del Berguedà: su capital y otros consistorios de la comarca, la empresa KNAUF, el Hospital Sant Bernabé, o las pistas de esquí de Port del Compte, entre otros.
El proyecto ha consistido en la reforma de todos los equipos de la red de 25 kV de la instalación, tanto las cabinas de maniobras, como el sistemas de protección y de comunicaciones. Para poder realizarlo se han planificado y ejecutado descargos programados no simultáneos de las líneas de mediana tensión para evitar sobrecargas. También se ha actuado en los transformadores que alimentan estas líneas.
Para realizar toda la tarea han hecho falta dos años de trabajo ininterrumpido. Ahora, en los nuevos parques están conectados a los dos transformadores que tiene la subestación, con una potencia total instalada de 80 MVA.
Igualmente, el sistema de control y protección del parque de mediana tensión de la subestación está integrado y telecomandado, un paso más en la digitalización, de forma que todo el funcionamiento se está monitorizado en todo momento, hecho que permite el aviso de fallo antes de causar interrupción del suministro y, por lo tanto, posibilita anticiparse a alimentar el servicio de forma alternativa sin que los clientes lo lleguen a percibir.
Esta reforma pertenece al plan de inversiones de la Compañía en la Cataluña central, enmarcado en un ambicioso proyecto para renovar subestaciones de la Compañía no solo en Cataluña sino en todo el Estado en los próximos ejercicios.