Tébar, el canterano del Madrid al que Florentino vendió al Girona por 100 euros

El actual jugador del Reus quiso convencer a Mourinho durante la pretemporada de 2010, aunque cuando regresó de Los Ángeles vio como el club blanco le había traspasado por una cantidad simbólica

19 mayo 2017 16:07 | Actualizado a 21 mayo 2017 14:09
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José Mourinho se lo había llevado a Los Ángeles con la intención de integrarlo, por fin, en la constelación de estrellas que conformaban su obra astral en el Madrid. Corría 2010 y la batalla sin cuartel para derrumbar la hegemonía del Barcelona de Guardiola y su defensa por la estética había empezado. Marcos Tébar (Madrid, 1986) se había ganado el cartel de canterano franquicia en la Fábrica blanca, donde muchos le veían como esa perla que podía emular a leyendas como Guti o Raúl. El centrocampista, con virtudes para el juego de asociación, dominador del oficio de combinar, pareció tirar la puerta del Bernabéu para quedarse. El intrépido Mou le incluyó en la pretemporada lujosa a la vera de Beverly Hills, aunque quizás el perfil de futbolista de buen pie no encajaba en su libreto.

Marcos ya había saboreado las mieles del debut ante Osasuna en 2008, en el mítico Sadar, pero no coronó la estabilidad en la primera plantilla. Con 24 años y cicatrices en su espalda luchó para convencer al prestigioso míster portugués. Se codeó con Ronaldo, Ozil o Di María y aprendió de los pies jerárquicos de Xabi Alonso. Cuando volvió de Estados Unidos se encontró con una sorpresa inesperada. El 14 de agosto de 2010, justo una semana después de completar la pre-época en los Ángeles, el Madrid comunicó el traspaso de Tébar. No precisamente a un club de Primera División. Lo vendió al Girona y a precio de ganga. Simbólico o irrisorio si tenemos en cuenta las cantidades desorbitadas que se mueven en el firmamento futbolístico. Tébar fue traspasado al Girona por tres temporadas y por 100 euros. Eso sí, el Madrid se había reservado un derecho de tanteo por si precisaba recuperarle. Ni Mourinho ni nadie de su staff paró esa operación. Marcos cerró así 12 años de formación en la Ciudad Deportiva.

Carrera en Montilivi

En Montilivi se frotaron los manos con el traspaso. Tébar ya había enseñado sus virtudes en la cesión que vivió en la 2009-10, donde vistió la zamarra del Girona en ocho partidos. Fue el germen de una relación que terminó por convertirse en idílica. Marcos hizo carrera en Girona, probablemente el lugar donde ha echado más raíces en su trayecto. Cumplió el contrato a rajatabla (2010-13), en el camino gerundense en Segunda División, donde completó 109 apariciones y anotó cuatro goles. Incluso acarició un ascenso a Primera cerca del verano de 2013 como jefe del centro del campo de Montilivi.

Sus buenos registros le permitieron progresar en Almería, donde saboreó la Primera División, antes de probar vida en Inglaterra, en Brentford, donde su fútbol no cuajó. Llagostera y el Delhi Dynamos indio han completado el viaje del centrocampista justo antes de aterrizar en Reus, en el pasado mercado invernal. El medio se encuentra en ese proceso por el que todos los futbolistas necesitan pasar. Debe convencer la exigencia de Natxo González para reivindicar su calidad en este nuevo reto en la categoría de plata.

Los 100 euros de ese traspaso no responden al valor de un futbolista al que en su casa no contemplaron. En el Estadi, sí se le espera.

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