Hace siete años, Juan Carlos Oliva era escogido por el Consejo de la SAD del Nàstic para sustituir a Luis César Sampedro en el banquillo del Nou Estadi. El técnico de Lleida asumió el reto con un cuerpo técnico en el que figuraba Ismael Mariani, su hombre de confianza, y Romà Cunillera, que hacía las labores de preparador físico del primer equipo grana. Junto con ellos logró el gran objetivo de su contratación, salvar al equipo del descenso a Segunda B.
El proyecto tuvo continuidad. Pero no salió igual. En la jornada 12, Oliva era cesado por los malos resultados. El cambio, entró Jorge d’Alessandro tampoco funcionó y el Nàstic perdió la categoría.
El periplo de Juan Carlos Oliva como primer entrenador se interrumpió. Quique Sánchez Flores lo alistó para su staff técnico en Dubai. Primero en las filas del Al-Ahli, después del Al-Ain, también en los Emiratos Árabes y, finalmente, en el RCD Espanyol.
Después de cerrar su etapa en el conjunto perico, Juan Carlos Oliva sintió la necesidad de volver a ponerse al frente de una plantilla. El AC Omonia le ha ofrecido la posibilidad de hacerlo, gracias a la presencia en la dirección deportiva de Ángel Gómez, con el que ya se cruzó en el Espanyol.
Para conformar su cuerpo técnico, el entrenador ilerdense ha recurrido a dos hombres de su confianza y con quienes compartió el vestuario del Nàstic. Un reencuentro grana para relanzar su carrera. A Romà Cunillera la llamada de Oliva le cogió planificando la preparación física de pretemporada del KAS Eupen. El primer destino iba a ser Alcorcón, pero no hubo acuerdo entre el preparador ilerdense y el club madrileño. Llegó la posibilidad de ir al AC Omonia de Nicosia y Cunillera decidió poner fin a seis temporadas en el conjunto belga para aventurarse en la liga chipriota.
«Omonia es un club más grande y por infraestructura supone dar un paso adelante en mi carrera. Sé que no será fácil desbancar al Apoel, el mejor equipo chipriota de los últimos años, pero en el Omonia ha habido un cambio de propietarios y podemos luchar contra ellos». El objetivo del club, el segundo con más títulos del país (20 frente a los 27 del Apoel) es finalizar entre los cuatro primeros. La temporada 2017-18 acabó sexto, entrando en la lucha por el título, pero finalizando útlimo en la liguilla por el campeonato.
Cunillera se informó de la competición a través del futbolista tarraconense Miguel Palanca, que militó la pasada temporada en el Anorthosis Famagusta, y el galo Florian Taulamesse, delantero del Larnaca del con el que coincidió en Eupen. «Me han comentado que la liga es competitiva y que se vive bien, por lo que estoy muy ilusionado», cuenta Romà Cunillera que contará con un equipo médico multidisplinar compuesto por 14 personas.
Fin a una etapa en Eupen
El preparador físico tarraconense cierra una etapa de seis años en el KAS Eupen. Había echado raíces en la pequeña población de la parte germanófona de Bélgica. Romà hace un balance «positivo» de una etapa que tilda de «emocionante». Llegó con el equipo en Segunda división belga y lo deja en Primera, después de un final apasionante e inolvidable. Para salvar la categoría en el último partido teníamos que ganar por un gol más que el Mechelen. Sus rivales ganaban 2-0 cuando faltaba poco más de un cuarto de hora para acabar el encuentro, mientras que el Eupen seguía 0-0 ante el Mouscron. En 15 minutos de infarto, el conjunto de Cunillera anotó cuatro goles y logró la permanencia. «Hubo invasión de campo, con gente que lloraba sobre el césped», explica.
En sus últimos meses en el conjunto belga coincidió con el futbolista del Real Madrid, PSG y Chelsa, entre otros, Claude Makélélé. Del galo, Romà destaca «las tablas que tiene a la hora de saber bien qué piensan los jugadores». Aún en una situación clasificatoria complicada, el tarraconense explica que «no le tembló la mano a la hora de tomar decisiones importantes y sacar de la lista a jugadores importantes en momentos críticos».
Muchos jugadores han pasado por las órdenes de Cunillera. La mayoría procedente de la Academia Aspire de Senegal y Catar que han crecido en Eupen hasta dar el salto a un equipo europeo de mayor calado, como Diawandou Diagne que pasó por el Barça B, o Samuel Asamoah que firmó por el Sint-Truiden. También entrenó a Moussa Wagué, el senegalés más joven en marcar un gol en una Copa del Mundo -lo hizo en Rusia ante Japón, con 19 años-.
Con quien no coincidirá es con el excapitán del Nàstic Xavi Molina. Contactó con él, cuando el central estaba en Bangkok de vacaciones para detallarle el programa físico a seguir, pero hasta que no comenzó la pretemporada no pudieron presentarse formalmente. Una relación fugaz. Cunillera inicia una nueva fútbol-aventura en Chipre, en un cuerpo técnico con sabor grana.