Raül Agné sabía que su Nàstic había dado un golpe en la mesa porque había conseguido la segunda victoria consecutiva en un partido en el equipo cambió el brillo por la competitividad. El técnico de Mequinenza afirmó: «Estoy la mar de contento. He aprendido con los años que cuando ganas tienes que disfrutar. Ha sido una primera parte que nos ha costado, estábamos espesos. Ellos tenían la pelota y no hemos hecho ninguna ocasión. La segunda parte ha sido nuestra, hemos mejorado con el pie y los cambios de delante nos han cambiado el signo del partido. Ha ganado el mejor y muy contento porque ganar dos partidos en casa es muy complicado».
Preguntado sobre los cambios, Agné los resumió a la perfección: «Lo más importante es que en la primera parte no hemos tenido la pelota y era un partido para ganarlo con ella. Jannick nos ha sumado y el equipo ha cogido un plus con los dos cambios de delante. Fran a su manera y Édgar desde la calidad nos han mejorado».
Para el entrenador grana, lo más importante del partido son los signos de competividad que había demostrado el equipo: «Siempre digo que yo quiero dominar todos los registros. Tres partidos de liga, cero goles y pocas ocasiones. Lo más importante en el fútbol es la parte mental y el equipo sabe estar sobre el campo en circunstancias no tan fáciles. No siempre tienes que jugar bien para ganar un partido. El equipo sabe competir en cada momento, esto es ser competitivo».
La afición volvió a estar de lado del equipo y superó la cifra de 5.000 espectadores. Agné solo tuvo palabras de agradecimiento: «Espectacular. He tenido la suerte de estar en clubes importantes y probablemente en la primera parte alguna pitada se hubiese sentido, pero aquí solo he sentido apoyo. Esto tiene que ser una comunión e ir cogidos de la mano».