El infiltrado del Nàstic de Tarragona en Galicia: «No me pienso perder un partido»

Rubén Ramos, socio grana, vive en Santiago y ha acudido a los dos últimos duelos ante el Lugo y el Arenteiro

18 octubre 2024 13:44 | Actualizado a 18 octubre 2024 13:51
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Rubén Ramos es un joven aficionado del Nàstic que ha vivido en directo los dos últimos duelos granas en Galicia. El tarraconense ha aprovechado que desde hace tres semanas reside en Santiago de Compostela, ya que está cursando un Máster presencial en tierras gallegas de periodismo multimedia, para presenciar en directo al equipo de su corazón. No ha negociado su presencia en ambas visitas porque curiosamente cuando el Nàstic juega en Galicia es cuando él ahora mismo se siente más local.

Socio del Nàstic desde hace cuatro años, Ramos tuvo claro desde que supo que iba a vivir en Galicia y que el conjunto grana iba a jugar allí que iría a todos los partidos que le pillasen cerca y de momento ha cumplido con su promesa. «Cuando salió el calendario comencé a buscar horarios. Voy a ir a todos, no me pienso perder ninguno de los que quedan en Galicia y puede ser que vaya también a Zamora y Ponferrada».

La pasión del tarraconense con el Nàstic nació en el 2011 cuando por primera vez fue al Nou Estadi para ver un Nàstic-Tenerife. Desde entonces su corazón late al ritmo grana y por si quedan dudas se tatuó en su piel un 1886 en una semana que recuerda con un sentimiento agridulce: «El Nàstic lo quería llevar de por vida en mi piel y por eso me tatué el 1886 en la semana de la final ante el Málaga».

Ramos ha vivido el empate ante el Lugo y el descalabro ante el Arenteiro y curiosamente recuerda con más amargura el punto del Anxo Carro que la dura derrota en Espiñedo: «Me fue más duro de digerir el 0-2 de Lugo porque íbamos ganando. Lo del otro día fue duro, pero yo ya me había mentalizado que el partido ante el Arenteiro sería más complicado porque es un buen equipo y están más habituados a jugar en ese escenario».

Él junto a otros 12 aficionados granas sufrieron el 4-0 ante los gallegos. Un duro resultado que provocó que los jugadores fuesen a consolarles: «Vinieron todos y nos pidieron perdón. Nos animamos juntos y les dejamos claro que estamos con ellos». A Ramos no se le olvida sobre todo el sentir de un jugador: «Me acuerdo que Pablo Fernández vino el último. Estaba muy tocado y eso me impactó».

Si el final del encuentro frente al Arenteiro fue especial, más lo fue el del Lugo porque allí Ramos recibió el obsequio de Marc Fernández: «Le hice un tuit de broma en el que le pedía que si llevaba una pancarta me regalaba su camiseta y él aceptó». El aficionado grana afincado en Galicia cumplió y fue al Anxo Carro con una pancarta en la que rezaba el siguiente mensaje: «Te quiero mucho, Marc Fernández». El jugador también cumplió con su promesa y le regaló su camiseta, algo que Ramos valora: «Hay mucha cercanía y eso es algo que también noté cuando ascendimos por última vez a Segunda División».

Pese a haber sumado solo un punto de seis posibles en Galicia, Ramos tiene claro que el Nàstic va a volver a pelear por ascender: «Yo confío en Dani Vidal hasta el final. Tenemos buen equipo y todavía quedan 90 puntos por delante y estamos solo a uno del play-off».

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