La versión casera del Nàstic, argumento de peso para Agné

10 de 15 puntos y tres victorias seguidas como local le permiten seguir en el cargo

23 octubre 2022 19:51 | Actualizado a 24 octubre 2022 07:00
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Para analizar la situación actual de Raül Agné en el banquillo del Nàstic hay una serie de certezas que dejan más o menos realizar un examen sencillo, aunque siempre con diferentes interpretaciones. Si el técnico de Mequinenza se la juega el próximo sábado en Las Gaunas es por la hoja de ruta del equipo como visitante. No hay ni un tipo de queja por el rendimiento de los granas en el Nou Estadi. El inicio fue dubitativo, pero ahora mismo se vuelve a ver a un equipo competitivo, firme y capaz de derrotar a dos de los proyectos más sólidos en lo que va de curso. Ya son tres victorias consecutivas en casa y las dos últimas tienen un valor añadido, por el cómo. No solo se ganó, sino que se jugó bien.

Frente al Numancia no era un día nada sencillo para nadie. El feudo grana era el escenario del primer juicio del técnico de Mequinenza que se sentaba en el banquillo sabiendo que solo le valía una victoria ante su gente para mantener el cargo una semana más. Luego tendría que ganar en Las Gaunas, pero primero había que atar el primer triunfo en casa y enfrente había un equipo de altos vuelos.

Se esperaba quizás un Nou Estadi expectante y con ganas de mostrar su disgusto con la trayectoria del equipo, pero lo cierto es que el equipo se encontró con unas gradas que le apoyaron desde el minuto uno de encuentro. Sumergieron el partido en un contexto de normalidad que ayudó a jugar el partido como uno más. Quizás ahí estuvo una de las claves de la victoria grana.

Al final se ganó y se logró la tercera victoria consecutiva en casa. Numancia y Murcia han caído en el feudo grana y le han dado aire. Agné mantiene el cargo y el Nàstic sigue creciendo. Más allá de los resultados, estos dos últimos partidos dejan claro que la línea de juego del equipo va en aumento. No solo se gana sino que se está viendo un equipo grana cada vez más reconocible y que compite mejor. Vence y convence y solo le queda firmar un partido y resultado idéntico fuera de casa para colocar definitivamente el proyecto grana en una relativa naturalidad que ayudaría a todos.

El Nàstic ha jugado dos buenos partidos como local en dos contextos de encuentro en los que ha sido protagonista, pero se ha sabido adaptar. Frente al Murcia fue más un intercambio de golpes, mientras que contra el Numancia todo fue más pausado. En ambos escenarios de partido resultó vencedor y eso genera una tranquilidad.

Los números no engañan y el Nàstic ha recuperado esa firmeza como local que exhibió el año pasado en casa. No hay que olvidar que Raül Agné es el técnico que completó el mejor inicio de curso de la historia del actual Nou Estadi Costa Daurada con cinco victorias consecutivas.

Este año se perdieron cuatro puntos de los seis que hubo en juego en las dos primeras jornadas como local. Eso ya es agua pasada porque los nueve de nueve que ha conseguido en los tres últimos duelos en casa le vuelven a convertir en un equipo temible en el Nou Estadi Costa Daurada. 10 de 15 puntos como local es el bagaje que presenta el Nàstic.

Otra portería a cero

Más allá de la victoria y el buen juego, otra de las grandes noticias que dejó el triunfo en el Nou Estadi es que la portería a cero volvió a reinar en casa por segunda vez en la temporada. Frente al Amorebieta se consiguió por primera vez y frente al Numancia se repitió.

La diferencia es que en una reinó más el juego sin balón del equipo, mientras que frente a los sorianos se supo defender con la pelota que es el registro que cada vez borda mejor el Nàstic.

Nada es casualidad y en esa estadística tuvieron un peso muy influyente Manu García, Josema y Joan Oriol que exhibieron una versión excelente para ayudar al rosco. El Nou Estadi devuelve la sonrisa. Ahora toca ganar fuera.

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