El entrenador del Nàstic, Raül Agné, salvó su primer ‘match-ball’ ante el Numancia. Ante el cuadro soriano, el equipo ganó los primeros tres puntos de los seis que le marcó el Consejo de Administración del club como condición para seguir en el banquillo del Nou Estadi. Guillermo Fernández, con su cuarta diana, le dio una bola extra que debe confirmar esta tarde en el mítico estadio de Las Gaunas, feudo de la SD Logroñés -y también de la UD Logroñés-.
Es la parte difícil para el ‘reto’ exigido al técnico de Mequinenza. En el Nou Estadi el equipo siempre se ha mostrado fuerte y seguro. Más allá de la derrota ante el Intercity, el conjunto grana suma 10 puntos de 15 posibles como local, un balance que le sitúa entre los cuatro mejores del grupo, en este aspecto.
Fuera de casa, es otra historia. Lo viene siendo desde que Agné es entrenador del Nàstic. De 26 partidos como visitante, únicamente ha ganado 5 encuentros. El 19,23%. Un porcentaje que no invita al optimismo. «nos falta reventar un partido fuera de casa», admitía el técnico grana en la previa del encuentro.
Este curso ha sumado dos empates (La Nucía y Calahorra) y dos derrotas (Eldense y Real Sociedad B). Resultados curiosos porque no responden a lo sucedido en el terreno de juego. Se diría que los dos primeros se estuvo más cerca de ganar que los dos últimos, pero es justamente al revés. Las visitas a La Nucía y Calahorra llegaron en el primer mes de competición, un arranque que Agné admitió fue «bastante mal», sin querer entrar en las circunstancias que se dieron en forma de lesiones. En Elda se perdió en los minutos finales, después de perdonar el 0-2 en dos ocasiones. Pero si se tiene que buscar la victoria, Agné apunta al choque en Zubieta, Ciudad Deportiva de la Real Sociedad, «Lo más cerca que estuvimos de hacerlo fue contra la Real. Lo que pasa que en el minuto 3 ya remábamos en contra. Ese día, al menos en la primera parte, dominamos a un equipo que dominaba todos sus partidos».
El técnico del Nàstic necesita cambiar su suerte como visitante. Ya no solo por su futuro, sino porque le vienen tres salidas consecutivas. Después de Las Gaunas acudirá la próxima semana a Lezama para medirse al Athletic Club B y quince días más tarde, de nuevo a Logroño para enfrentarse al Racing Rioja en la primera eliminatoria de la Copa del Rey. «Si ganamos los tres será la ‘hostia’. No sería la primera vez que pasa en el fútbol. Pero vamos primero a ganar ante la SD Logroñés. Será el primer paso para ganar moral y autoestima».
El once que presentará el técnico frente a la SD Logroñés será muy similar a la que ganó al Numancia. El único cambio seguro será en la defensa, puesto que Marc Trilles será baja -entre dos y cuatro semanas- por un esguince en el ligamento externo del tobillo izquierdo. Su relevo, a priori, será Álex Quintanilla, pero el central vasco llega justo al partido. Lleva tres semanas sin jugar por un problema en el cuádriceps de la pierna izquierda. Viajará pero no se probará hasta última hora antes de decidir si participa en el encuentro o no. En ese caso, Pol Domingo sería quien se pondría junto a Josema en el eje de la zaga.
Otro posible cambio es el de Lupu. El rumano regresa a Logroño, ciudad donde se crió, y tendrá una motivación especial, con su gente en la grada, que puede darle un plus de cara a portería.
Enfrente un SD Logroñés bipolar, con 5 derrotas y 4 victorias. Lo mismo le mete cuatro al FC Barcelona Atlètic que encaja cuatro tantos frente al Amorebieta. Agné alabó al conjunto dirigido por Raúl Llona: «Es un equipo que me gusta mucho. Se nota que no tienen ningún tipo de presión. Es un equipo muy alegre. Que tiene una idea de su entrenador muy atractiva. Es dinámico y versátil. Juegan muy bien al fútbol. Si comienzan a combinar por dentro, lo pasaremos mal. Pero nosotros también