Yassine Ouhdadi (Marruecos, 1994) lo ha vuelto a hacer. El atleta afincado en Tortosa ha revalidado su título de campeón paralímpico en París. Ha vuelto a ofrecer una actuación histórica en la prueba de 5.000 metros con discapacidad audiovisual (T13), una prueba en la que ya ganó el oro en Tokio 2020. Para ser doble campeón paralímpico se necesita mucho talento, pero sobre todo mucho trabajo. ¿Cuál es su historia?
Ouhdadi nació con cataratas desde su nacimiento en una enfermedad crónica e incurable. Eso desde pequeño le provocó tener una ceguera total en el ojo izquierdo, mientras que en el ojo derecho solo tiene un 14% de visión.
Nacido en Ouarzazate, Ouhdadi creció con el balón bajo sus pies. El fútbol le enamoraba y en aquel momento no había deporte más allá.
Llegó a Tortosa con seis años
Con solo seis años, Ouhdadi emigró a Tortosa en busca de una vida mejor junto a su familia. Un año antes su padre había sido el primero en llegar al municipio ebrense. Ocho hermanos son en total y uno de ellos sí que ha conseguido el objetivo de ser futbolista. Se trata de Omar Ouhdadi (2000) que milita actualmente en el Bergantiños de Segunda RFEF, una categoría por debajo del Nàstic. Antes pasó por La Rapitenca y por el Manresa hasta que firmó este pasado verano por los gallegos tras brillar con el Manresa y conseguir seis goles, puesto que actúa como extremo o delantero.
Ouhdadi y parte de su familia encontraron su sustento regentando una frutería familiar en Tortosa. De hecho, el propio Yassine tuvo que dejar de estudiar con 15 años para echar una mano a la familia. Con 18 años sería cuando nació probaría en el atletismo gracias a la insistencia de una amiga. Empezó haciendo carreras de montaña y en asfalto debutó en una media maratón. Por entonces, sólo entrenaba dos días a la semana y se convirtió en su hobby.
En 2017, Ouhdadi se marchó a Cannes (Francia) junto a sus padres durante dos años. Allí el atletismo ya fue su forma de vida. Se apuntó a un club y los entrenamientos subieron a cinco días a la semana. En la pista vio que su potencial tomaba otra dimensión.
Dos años después, en 2019, Ouhdadi regresaría a España. Allí nació su camino paralímpico al afiliarse a la ONCE.
Subcampeón del mundo en 2019
En 2019, Ouhdadi debutó en la élite y proclamó al mundo que estaba listo para todo. Fue en Dubái donde logró un subcampeonato mundial que impactó a todos en la prueba de 5.000 metros y con récord de Europa incluido.
París, ciudad talismán
Solo dos años después, en Tokio, Ouhdadi daba el golpe definitivo al proclamarse campeón paralímpico en la prueba de 5.000 metros. París ya había sido una capital especial para él, puesto que en el Mundial de 2023 había conseguido un oro en 5.000 metros y una plata en 1.500 metros.
Con ese recuerdo se plantó en la pista. El tortosino de adopción y corazón no falló a los pronósticos y revalidó su título de campeón. El niño que quería ser futbolista y que ha terminado siendo un atleta histórico. Yassine Ouhdadi es doble campeón paralímpico.