Las cosas se están haciendo muy bien en el CD Roquetenc. El primer equipo del club ebrense está dando la sorpresa en el grupo 1 de Tercera Catalana, ocupando la quinta plaza. Han superado ya todas las expectativas puestas a principio de temporada y, aunque es complicado lograr el ascenso, no descartan nada y tratarán de acabar el curso lo más alto posible.
Por otro lado, la actual junta directiva, que entró el verano pasado, quiere impulsar de nuevo su fútbol base en el club, además de potenciar su sección femenina. En resumidas cuentas, están demostrando que pese a ser un club humilde y con apenas presupuesto, pueden tener una buena gestión en todos los aspectos y ser competitivos contra entidades que a priori son más fuertes.
«Este año hemos entrado una junta nueva conformada por los padres de varios niños que juegan en el club, algunos que ya estaban antes y otros que son nuevos», explica el presidente Ramón Gas. Pese a ser su primera temporada al mando, han conseguido crear una buena sinergia, repartiéndose las tareas de manera equilibrada y remando todos en la misma dirección: «Tenemos nuestros aciertos y nuestros fallos obviamente, pero lo más importante es que seguimos creciendo». Están haciendo una labor muy difícil, teniendo en cuenta que, tras dos años de pandemia, el club no está en su mejor momento a nivel económico, por lo que han tenido que hacer malabares para conformar la plantilla.
Tenían en mente crear un buen grupo y para esta campaña han conseguido reunir 25 jugadores a coste cero. Prácticamente todos sin cobrar, pero comprometidos para darlo todo por el equipo. «La filosofía que nos marcamos fue hacer volver a aquellos chicos que se marcharon del pueblo para ir a jugar fuera», comenta Ramón Gas. Y es que el CD Roquetenc se caracteriza por ser una fábrica de talento, algo que conlleva que otros equipos fichen a los jugadores que despuntan en las categorías inferiores.
Tras varias semanas de trabajo, encontraron el equilibrio con gente joven con proyección que competía en otros equipos de la zona y un bloque importante de jugadores veteranos que llevan varios años en el equipo: «Gracias a ellos podemos tirar el proyecto adelante porque han sido los primeros en decidir de no cobrar y nos han pedido hacer la plantilla más competitiva posible».
Y el club ebrense parece haber dado con la tecla, ya que se encuentran en la parte alta de la tabla: «Los objetivos de esta temporada están más que logrados a nivel deportivo, lo principal era disfrutar del fútbol, darlo todo y evolucionar como equipo. Somos un club humilde sin pretensiones grandes, pero si un día se nos presenta la oportunidad, no dudaremos en ir a por ella».
Para el máximo dirigente del CD Roquetenc, la clave de estos buenos resultados es que los jugadores se dejan todo por el equipo. Además, ha querido destacar especialmente la figura de Carles Gilabert, un entrenador con ADN del club y que ha sabido gestionar bien el grupo y conseguir un buen clima.
Por otro lado, hay que destacar la gran labor que está haciendo el club con su fútbol base: «Apostamos muy fuerte por ello, queremos volver a potenciar los equipos desde abajo, plantar la semilla y tener de nuevo las categorías que nos faltan».
Hace tres años, también decidieron apostar por formar un amateur femenino de fútbol 7. Tanta es la implicación del club para hacer crecer esta sección, que actualmente se encuentran realizando clínics en diferentes institutos para hacer divulgación del fútbol femenino y captar nuevas jugadoras. Un conjunto de buenas decisiones que hacen del CD Roquetenc un ejemplo a seguir para los clubes de la provincia.
