La victoria frente a la Ponferradina por 5-1 hace dos semanas provocó que el ascenso directo dejara de parecer una utopía. Los granas se habían colocado a solo siete puntos de la Cultural Leonesa, con un enfrentamiento directo en el horizonte en tres semanas. El liderato seguía lejos, pero ni mucho menos era imposible con 24 puntos aún en juego. Eso sí, se tenía claro que para optar a él no se podía fallar en los partidos previos.
Con esa mentalidad saltó el Nàstic de Tarragona al estadio de Las Llanas, pero lejos de firmar una actuación firme que le diera los tres puntos, se estrelló de bruces contra la realidad en otro pobre partido a domicilio. Los tarraconenses cayeron por 3-2 frente a un Sestao que impuso su ley pese a ser, hasta ese momento, el peor local del grupo I de Primera RFEF: solo había sumado 14 puntos en 15 partidos en casa. Nada sirvió esa mala racha para unos granas que volvieron a mostrar una versión débil, especialmente en defensa, y lo pagaron caro.
Para el aficionado grana, e incluso para la propia plantilla, lo sucedido en Sestao fue una auténtica decepción. La derrota fue evitable. No porque el rival fuese muy superior, sino porque simplemente supo aprovechar los errores individuales del Nàstic en defensa. Lo peor es que esto no es una novedad: los tarraconenses se han convertido en un equipo muy poco fiable lejos del Nou Estadi.
No se gana como visitante desde Balaídos
Hay un dato demoledor: el Nàstic solo ha conseguido sumar siete de los últimos 27 puntos que ha disputado como visitante. La última victoria fuera llegó en Balaídos, frente al Celta Fortuna, el pasado 1 de febrero. Es un ritmo de puntuación muy insuficiente para un equipo que aspiraba a luchar por el ascenso directo. De hecho, si sigue en puestos de playoff es gracias a su sólido rendimiento en casa: es el tercer mejor local del grupo, con 31 puntos en 15 partidos, solo uno menos que Unionistas y dos menos que el Andorra, el mejor local, aunque ambos con un encuentro más.
La segunda plaza, nuevo objetivo prioritario
La derrota en Sestao supuso la pérdida de la segunda plaza, el descenso al tercer puesto y que el ascenso directo se aleje a diez puntos, con solo 21 por disputarse. Volver a hablar de la primera plaza suena ahora a irrealidad. Por ello, el nuevo objetivo pasa por recuperar la segunda posición, que da ventaja de campo en el playoff. Eso sí, ni siquiera asegurar el playoff será sencillo: el margen con la sexta plaza es de solo tres puntos.
Ahora el Nàstic regresa al Nou Estadi para intentar curar sus males, antes de visitar el Reino de León, territorio del líder. Vienen curvas.