El entrenamiento de ayer en el Anexo del Nou Estadi Costa Daurada dejó una buena y una mala noticia. La mala es que Gorka Pérez tuvo que abandonarlo antes de tiempo por unas molestias, tal y como confirmó Dani Vidal en sala de prensa: «Gorka tiene unas pequeñas molestias, se ha tenido que retirar y le hemos conseguido hora para que lo visitara un especialista y hemos decidido que fuera antes que acabar el entrenamiento».
Esta dolencia va a provocar que el vasco no vaya a estar disponible frente al Osasuna Promesas. La buena noticia es que Óscar Sanz sí que va a poder entrar en la convocatoria para el duelo de mañana, aunque no llegará a un ritmo total de entrenamientos tras sufrir una lesión fibrilar en la pierna derecha que ya le dejó fuera de combate ante el Arenteiro: «Óscar Sanz está cumpliendo con los plazos de recuperación y va por encima de las expectativas. Ha estado trabajando aparte, pero hoy lo necesitaba porque era un día de cara al grupo de bajada de carga y él necesitaba probarse a mayores intensidades y ha respondido bien. Esperemos que mañana complete bien el entrenamiento con el equipo y el domingo decidiremos si lo necesitamos de inicio o para la segunda parte».
Estas dos noticias provocan que los focos apunten directamente a Antonio Leal. El defensa gaditano tiene todas las papeletas para formar zaga con Unai Dufur frente al filial rojillo. Esta vez fue la defensa escogida durante las tres primeras jornadas de campeonato y vivirá su reestreno por fuerza mayor.
Leal quiere dar ese paso al frente en defensa que no consiguió en un inicio de temporada que todavía se complicó más con dos problemas de salud que le dejaron sin poder viajar ni a Barakaldo ni a Lugo. Frente al Arenteiro volvió a ruedo con 20 minutos que supieron a poco, pero que le devolvieron a la dinámica que todo futbolista necesita.
Ahora ante Osasuna Promesas necesita demostrar porque lleva dos años consecutivos en proyectos ganadores en la categoría como son Ponferradina y Nàstic, al que llegó este pasado mercado de verano.
Más allá del debate central, Dani Vidal quiso reivindicar a su equipo y está convencido que mañana va a dar un paso adelante y olvidar la debacle de Arenteiro: «A día de hoy el equipo me ha demostrado que la derrota ante el Arenteiro puede ser un punto de inflexión. Han dado un paso al frente en los entrenamientos, como dentro del vestuario. Esto ha servido para tener todos los pies en el suelo. Nosotros somos un equipo de mineros y obreros y el día que dejas de serlo, te puede pintar la cara cualquiera».
Por último, volvió a mostrar su admiración por la afición grana: «Están con el equipo y saben que esto no es fácil. Vuelvo a darles las gracias por sus ánimos y ahora nos toca a nosotros».