David García y su idilio con el judo: todo empezó en una extraescolar

Criado en una familia apasionada por el deporte, el de La Canonja se inició junto a su hermano mayor. Debuta este domingo en los Juegos Olímpicos

27 julio 2024 09:56 | Actualizado a 27 julio 2024 17:51
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David García Torné, que este domingo debutará en los Juegos Olímpicos de París, inició su idilio con el judo a los seis años, como actividad extraescolar organizada durante el mediodía en la Escola La Canonja. Criado en una familia arraigada al deporte, con un padre ciclista y una madre atleta, comenzó a practicar judo junto a su hermano Isaac, dos años mayor y uno de sus pilares fundamentales. Lo compaginaron con el baloncesto durante unos años, hasta que el mayor se inclinó por la canasta y el pequeño por el tatami.

El amor de David por el judo fue un flechazo, siempre con una sonrisa de oreja a oreja sobre el tatami y dispuesto a aprender. Una vocación unida a una calidad innata por el arte marcial, a pesar de ser de los más pequeños físicamente. Incluso con la diferencia de edad y peso, su hermano Isaac nunca fue capaz de ganarle. Tampoco el resto de judokas de la provincia. No fue hasta las categorías estatales que David encontró a alguien que le pudiera hacer frente.

El de La Canonja se unió al club Vital Esport de Sant Pere i Sant Pau. Su entrenador fue Pablo Sáez, el mismo que lo guió durante su etapa escolar. Allí se introdujo en el mundo de la competición, despertando su ADN ganador y su deseo de superación constante.

De su dominio abrumador en las categorías inferiores, lo más curioso es que lo hiciera con el cinturón blanco, color que no le correspondía por su nivel. Todo tiene una explicación. A los 8 años, y ya con el cinturón amarillo, David se olvidó de hacer los deberes escolares. Como castigo, sus padres lo dejaron sin entrenamiento de judo, su actividad favorita.

Cuando Sáez supo el motivo, le advirtió que si volvía a suceder, lo degradaría al cinturón blanco «de por vida». Un tiempo más tarde, David se olvidó de traer la mochila a casa, por lo que tuvo que acatar las consecuencias.

Cumplidos los 19, David tomó la decisión, de mutuo acuerdo con su familia, de mudarse a Madrid para dar el salto definitivo a su judo en el Dojo Quino, además de licenciarse en INEF.

Aunque por normativa hace años dejó de lucir su seña de identidad, aquel David del cinturón blanco también estará luchando en París por cumplir su sueño.

García mostró una calidad innata desde pequeño, pulverizando récords provinciales
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