El auge del fútbol femenino quedó reflejado de forma indiscutible en el Wanda Metropolitano de Madrid este fin de semana, cuando un Atlético-Barcelona reunió más de 60.000 espectadores en LaLiga Iberdrola, la máxima categoría. El foco parece alumbrar a las chicas con fuerza. En breve está previsto la adecuación de un mínimo salarial para las futbolistas que figuran en la élite y que deben sacrificar tiempo y esfuerzo en mantenerse al alto nivel. Rozan el cielo cuatro reusenses entusiastas con muchísimos rasgos comunes. Aman el fútbol, se formaron en el CF Reus y se han reencontrado en el AEM Lleida, con que el andan muy cerca de hacer historia.
Maria Subies, Lidia Calderón, Natalia Fernández y Cristina Becerra han necesitado emigrar a la ciudad ilerdense para hallar un acomodo en categoría nacional. El AEM Lleida es una de las referencias en la Segunda División, donde ahora mismo se expresa en la tercera posición. Con sólo un punto más este fin de semana, en su visita a la casa del Collerense, quinto en la tabla, alcanzará el ascenso a la Primera B, la nueva categoría que va a disponer de vigencia el próximo curso. Una especie de Liga 1,2.3 femenina, la antesala de LaLiga Iberdrola. La Primera B va a contar con dos grupos que recogerán todo el territorio nacional.
La última victoria del domingo, ante el Pallejà y por la mínima (1-0), contó con la participación indispensable de las cuatro reusenses, que se han ganado el respeto en el club y también un status de privilegio en el equipo. Las paradas de la joven Maria Subies, una arquera que ya presume de experiencia en selecciones catalanas, ayudaron de forma decisiva a guardar esa mínima ventaja, sobre todo en la segunda mitad. Subies, que estudia INEFC y reside en Lleida, apenas acaba de superar la mayoría de edad y su futuro mira hacia LaLiga Iberdrola. Cumple su segunda temporada en el AEM.
Cristina Becerra, de 29 años, y Lidia Calderón, de 25, forman la sala de máquinas del AEM. Dos centrocampistas que se arropan a la polivalencia, ya que pueden actuar de pivotes o también como interiores. Becerra no se ha movido de Reus, donde vive y trabaja como profesora. Además ejerce como coordinara del fútbol base femenino del CF Reus. El club rojinegro todavía no cuenta con un equipo amateur, sólo con formativos. Calderón, por su parte, se ha instalado en Lleida para estudiar la carrera de Educación Social.
«Desde hace dos o tres años, el fútbol femenino ha dado pasos hacia adelante muy importantes. Los medios de comunicación también lo han reflejado y el avance es importante, aunque creo que quedan objetivos por cumplir», confiesa Becerra, la experiencia de un AEM que ansía que llegue el fin de semana para sumar ese punto de la felicidad que la resta para conquistar su particular sueño.
La goleadora
Los goles del AEM corren a cargo de Natalia Fernández, una atacante que siguió los pasos de su hermano cuando con apenas 5 años empezó a jugar al fútbol en la Pastoreta, paso previo al ingreso en la academia del CF Reus. Antes de poner rumbo a Lleida permaneció en el Cambrils, donde compaginaba su pasión los estudios de un grado superior de Integración Social. Este verano dio el paso a categoría nacional y no ha dejado de hacer lo de toda su vida; marcar goles. Con 20 años, el cambio de sustancial de nivel no la ha afectado. Acumula ya 16 dianas y ocupa la segunda plaza en la clasificación de máximas goleadoras del grupo.
«Para mí llegar a LaLiga Iberdrola es un sueño, sería la culminación de todo el trabajo que he realizado durante estos años», confiesa Natalia, que además añade que «cuando empecé a jugar con 5 años no veía a ninguna chica más. Yo competía con chicos. Es increíble cómo hemos avanzado tanto en los últimos años».
Natalia Fernández y Cristina Becerra comparten coche y horas de viaje por carretera para desplazarse tres días por semana a Lleida y completar las sesiones de entrenamiento, más el día de partido. En ocasiones, en ese mismo viaje se junta Andrea Vernet, una futbolista de Falset que también forma parte de la familia del AEM, la entidad que ha conseguido hacer del fútbol femenino su estandarte.
Este domingo, en el Coll d’en Rabassa, ante el Collerense, solo un punto propiciará un ascenso histórico con denominación de origen Reus.