Alex Tirlea (Alcalá de Henares, 2000) llegó este verano procedente del Alavés B. Allí estuvo dos años tras formarse en la cantera del Real Madrid a la que llegó con 10 años y se marchó tras cerrar su etapa en el Juvenil A. En el Nàstic se ha hecho con el sitio en el lateral derecho y su progreso es constante. Es consciente que debe mejorar en lo defensivo, pero está concienciado en ello. Este sábado apunta a ocupar el lateral derecho en el día en el que Agné se la vuelve a jugar en las Gaunas
Si el partido ante el Numancia era clave, este ante la SD Logroñés es exactamente igual.
La semana pasada éramos conscientes de que era un partido muy importante, pero al final como todos así que no teníamos que volvernos locos. En casa sabíamos que nos hacemos fuerte y esta semana tenemos que afrontarlo con la misma dinámica y sumar de tres en tres, pero de visitante.
¿Cómo es jugar sabiendo que si no ganas su entrenador está fuera?
Nosotros nos intentamos aislar de todas estas cosas que pasan fuera y nos estamos centrando en lo que depende de nosotros. Las cosas que están bien fortalecerlas y los errores que estábamos cometiendo, aprender de ellos y minimizarlos.
¿Dentro del campo se notan cada vez con las ideas más claras? La progresión en el juego está.
Desde la primera jornada hasta ahora he notado una mejoría muy importante. Ahora vamos todos a una misma dirección y tenemos una idea clara de juego. Toca pulir ciertos detalles y estoy seguro que si vamos en la misma dirección estaremos arriba.
¿Qué tal con Raül Agné?
En lo personal estoy disfrutando de minutos y eso es siempre de agradecer. Más allá de eso, Raül es un entrenador que desde que he llegado me ha ayudado a mejorar ciertos detalles que necesitaba pulir y siempre es bueno tener entrenadores que te exigen y conocen tanto el mundo del fútbol.
¿A qué detalles se refiere?
De cara a lo ofensivo siempre he sido muy alegre y he tenido muy claro la faceta ofensiva y sí que es verdad que era consciente que tenía que pulir ciertos aspectos defensivos y él ha estado muy encima de mí para corregirlos. Todavía me queda muchísimo por aprender y estoy en ello y sé que cada día tengo que mejorar en todo.
¿Influye en esa mejora defensiva su paso por la cantera del Real Madrid? Allí contextos defensivos apenas encuentran.
En el Real Madrid el 80% de los partidos siempre era tener tú el balón y ser dominador y pocas veces te encuentras en ese contexto de ser dominado que es una realidad del fútbol. Hay veces que hay que sufrir y hay que hacer hincapié sin balón y al final esto se coge a través de los partidos que se dan en esta categoría.
¿Cómo se forja tu fichaje por el Nàstic?
Aparte de otras opciones que se barajaban, cuando llega el Nàstic es verdad que hace que no dude en ningún momento por lo que es el club. Es un club que siempre ha estado en categorías profesionales y es donde merece estar. El Nàstic es un buen equipo para mostrarte y para disfrutar.
¿Habló con Lupu antes de fichar?
Sí, se lo comenté y él me trasladó cómo trabaja el club y cómo es la ciudad y la verdad es que me habló muy bien y eso me ayudó a tomar una decisión.
¿Está ya totalmente adaptado al equipo y la ciudad?
Es verdad que nunca tuve un problema de adaptación al equipo porque desde el primer momento todos han sido muy cercanos conmigo y eso cuando uno viene de fuera lo agradece y eso hace que dentro del campo uno pueda ser mejor y todo fluya. Ahora me encuentro muy bien y queda ir para arriba.
¿Qué tal por el Alavés B? Llegó a debutar en Primera División en Vallecas.
Con el filial fueron dos años de distintas circunstancias, pero en el que aprendí un montón. En el segundo año alterné durante un tiempo con el primer equipo y llegué a debutar con el primer equipo en Copa del Rey y ese mismo fin de semana en Liga frente al Rayo en Vallecas. Fue una experiencia inolvidable y que es única y que se queda siempre para el recuerdo.
Coincidió en su segundo año con un exentrenador del Nàstic como Toni Seligrat. ¿Qué me cuenta de él?
Coincidí con él durante el último año que estuve en el filial. Es un entrenador que supo llevar al equipo al objetivo y nos supo trasladar la idea que tenía. Con su experiencia y su trabajo nos ayudó a todos a crecer.
Comentemos su paso por La Fábrica. Estuvo desde el Alevín B hasta el Juvenil A, toda una vida. ¿Cómo es esa cuna de talento por dentro?
La Fábrica es una burbuja porque lo que hay ahí dentro es totalmente distinto a lo que te puedes encontrar fuera. Las instalaciones y las facilidades que te dan están al alcance de muy pocos y yo tuve la suerte de empezar con 10 años y estuve hasta los 19-20 que salí. Luego valoras todo mucho más. Es una experiencia que me llevo para siempre y he aprendido mucho allí.
¿Con qué jugadores de primer nivel coincidió?
El último año en el Juvenil A estuve con muchos ahora que juegan en el fútbol profesional. Mario Gila, Víctor Chust, Antonio Blanco, Miguel Gutiérrez... Fuimos una generación muy buena y de la que guardo recuerdo muy bonitos.
¿Por qué el canterano del real Madrid es tan competitivo?
Pienso que es por el ADN que tiene el club de tener siempre que ganar y estar acostumbrados a ser victoriosos. El jugador no puede pensar que vaya a perder un partido y al no estar acostumbrado a perder, el fracaso es lo que le choca y le hace que no esté a gusto. Esa es la diferencia que tiene un jugador de la cantera del Real Madrid con la del resto.
¿Cómo vivió su salida de esa cantera?
Al final hay que entender que el fútbol ni empieza ni se acaba en el Madrid. Hay muchos más equipos donde todavía puedes crecer y mostrar tu potencial. El fútbol son etapas que se cierran y que hay que empezar otras.
Una etapa nueva que está comenzando en el Nàstic. ¿Le ha sorprendido algo del club?
Todo lo que me ha llamado la atención ha sido para bien. Los compañeros son muy cercanos y somos una familia. Es un club con presión, pero eso no me ha pillado por sorpresa y todos sabemos cuál es el objetivo que hay.
¿Se gana en Las Gaunas?
El equipo está convencido. Al final venimos de hacer una buena actuación contra el Numancia y lo importante es seguir con la misma dinámica. Jugamos en un campo histórico y si todos remamos a una sacaremos los tres puntos y pelearemos para estar arriba.