«El 80% de los niños y niñas piden, alrededor de las fiestas navideñas, sobre todo el Día de Reyes, una mascota. Y se valora que unos 50.000 perros y gatos podrían llegar a los hogares por estas fechas». Basándose en estos datos, la responsable de terapias asistidas con animales y educación canina de El Racó de Milu, Maribel Vila, afirma que «desde mi punto de vista, es una situación terrible porque hacen que consideremos a los animales como una cosa, como si de un juguete se tratara». En esta línea, uno de cada tres animales de compañía regalados durante las fiestas navideñas acaba en las protectoras del país, según indica la Asociación Animalista Libera.
En consecuencia, Vila reclama que «debe haber una reflexión previa a nivel familiar y preguntarse por qué queremos un perro o un gato, que nos acompañará durante los próximos doce o catorce años de nuestra vida», y añade que no debe banalizarse la decisión al «simple deseo de los niños y niñas de tener una mascota, sino que toda la familia debe apostar por incorporar este nuevo miembro».
Compromiso
Al respecto, desde Purina hacen hincapié en que «un animal nunca es un regalo. Incluir una mascota en la familia es una decisión que debe ser meditada y la familia debe analizar si puede asumir la gran responsabilidad que conlleva e implica un compromiso importante que puede superar los diez años, en términos de dedicación, paciencia, recursos y reestructuración de la rutina o estilo de vida adquirido».
Convivir con una mascota es una experiencia maravillosa que puede enriquecer enormemente la vida de las personas, ofreciendo momentos únicos de cariño y diversión, pero es de vital importancia saber que implica responsabilidad, tiempo y dinero. «Los perros son animales extraordinarios, con una capacidad infinita de ofrecer cariño, pero tienen un talante dependiente y una serie de necesidades que no podemos pasar por alto. Los paseos diarios, la rutina de cuidados (baño, cepillado, corte de uñas y limpieza de dientes), así como los tiempos de juego y la socialización con otros perros, son aspectos que formarán parte de la convivencia durante muchos años», indican desde Purina.
Y a esto hay que añadir los gastos como el microchip, la administración de vacunas, la desparasitación, la esterilización, alimentación específica para las distintas etapas de su vida o visitas veterinarias que puedan producirse.
Por todas estas razones, Maribel Vila insiste en «la incredulidad que supone pensar que los niños y niñas se encargarán de la mascota». «La realidad demuestra que esto no sucede, sino que, aunque les enseñemos las tareas que deben realizar, la responsabilidad de cuidar del perro o del gato recae sobre los progenitores. Por lo tanto, los animales deben ser queridos por toda la familia».
Por esta razón, «regalar por sorpresa no es aconsejable», afirma la experta, quien añade que «siempre es mejor elegir la mascota de manera conjunta, es decir, si tenemos hijos pequeños, podemos involucrarlos en el proceso, explicándoles que un perro o un gato no es un regalo, sino que los animales son seres vivos». Asimismo, si tomamos la decisión de comprar una mascota, «debemos hacerlo con conocimiento de causa, es decir, disponiendo de toda la información sobre la procedencia de los cachorros, en qué condiciones han criado sus madres, etc., ya que cuando compramos un perro somos responsables de la cadena que hay detrás».
Los beneficios de la adopción
Por otro lado, la responsable de terapias asistidas con animales y educación canina de El Racó de Milu pone en valor «la labor educativa y pedagógica que se hace desde las protectoras de animales en la promoción de la adopción».
Por su parte, la co-sponsor del Comité de ESG y chief marketing and customer officer de Tiendanimal, Caroline Arrú, destaca que «las protectoras desarrollan una labor excepcional para dar las atenciones que necesitan estos seres sintientes que se han quedado sin hogar» y añade que «las cifras abruman y es algo en lo que todos debemos contribuir para poner fin a esta realidad tan dura para estos animales que ven su vida cambiar (radicalmente a peor) de un día para otro. Afortunadamente, son cada vez más las organizaciones que se sensibilizan sobre este tema».
Asimismo, desde Purina se promueve también la adopción «debido a la gran cantidad de animales abandonados que merecen una segunda oportunidad, tras haber sufrido un proceso de abandono, e incluso en ocasiones de maltrato. Acogerlo en una casa y darle estabilidad, cuidados y el cariño que necesitan les ayudarán a recuperar su confianza y bienestar». Concienciar, desde a los más pequeños hasta los más mayores de la casa, en la importancia de adoptar y el ‘no al abandono’ es esencial, para reducir estas cifras y contribuir a que se vacíen las protectoras, «que cada vez dan menos abasto». «Son seres sintientes que, al igual que nosotros, tienen unas necesidades básicas que deben ser cubiertas», aclara Caroline Arrú.
Por su parte, Maribel Vila dice que «aunque en España las cifras de abandono están estabilizadas, los números siguen siendo elevados. Por ello, debemos pensar que adoptando damos la oportunidad a un animal de rehacer su vida, es decir, tenemos en nuestras manos el poder ayudar a otro ser vivo». Al mismo tiempo, la especialista concluye que «no solo se deben adoptar cachorros, ya que requiere estar muy preparado mentalmente por el trabajo que supone durante los primeros meses de higiene y labor educativa del animal, sino que hay mascotas adultas y seniors que solo desean un nuevo hogar».