Sitges tiene un Festival de Cine Fantástico y de Terror de obligada visita para cualquier amante del séptimo arte, no solo de cualquiera de los dos géneros. Cada mes de octubre, la localidad se llena de artistas nacionales e internacionales, Red Carpets, concursos, la Sitges Zombie Walk, Fan Zone.... todo eso y mucho más. Y este año, coincidiendo con su 57 aniversario, no iba a ser menos.
Han sido 10 días maravillosos para disfrutar de primicias y estrenos (coincidiendo esta edición con el debut de Repsol como patrocinador en su apuesta por la cultura) en los que, aunque sea por una vez, merece la pena perderse y dejarse llevar por el ambiente del certamen. Les invito a que prueben a visitar y a asistir a cualquiera de las sesiones de las más de 200 películas que se proyectan, como ha sido este año. Y, como señalaba el sábado el director del festival, Ángel Sala, «este es un punto de encuentro para dialogar y entenderse».
De hecho, el disfrute ha sido tanto que dos ilustres figuras como John Lithgow y Geoffrey Rush -quien estuvo el jueves en Sitges- fueron galardonados por sus excelentes interpretaciones en The Rule of Jenny Penn y no pudieron hacer otra cosa que agradecer el entusiasmo con que se vive este festival. Lithgow se atrevió incluso con unas palabras en un correcto español con un mensaje grabado. Por cierto, la ceremonia de cierre sirvió también -como no podía ser de otra manera- para reivindicar aspectos sociales como más vivienda asequible, empleo de calidad, igualdad, sostenibilidad y un sinfín de demandas que fueron aplaudidas y vitoreadas por los asistentes.
Ya ven. El cine no es solo puro entretenimiento. Es también un vehículo de reflexión, incluidos géneros como el fantástico y el terror, dos puros formalismos donde se encuentran muchas veces pensamientos y sugerencias que van más allá de fantasía y horror. Los géneros son simplemente formatos para contar historias humanas con fondo y que muchas veces logran adelantarse a planteamientos más profundos.
Es la magia de Sitges, que este año ha tenido una baja en cuanto a los lugares de proyecciones pero que ha sido reemplazada por el Escorxador.
Pero si una cosa diferencia este festival de cualquier otro del entorno en la locura que se vive a cualquier hora en las calles de la localidad. Fans, frikies, cinéfilos o amantes en general del cine viven unos días en su salsa o fotografiándose entre la manaza de King Kong. Incluso la hija de Spielberg -Destry Allyn- estuvo el viernes en Sitges para presentar Don’t feed the children.
Es, verdaderamente, una semana fantástica.