Después de un largo viaje, ya sea en coche, avión, barco o tren, no vamos a estar lo que se dice frescos como una rosa. Polvo, sudor, grasa, el cabello revuelto, unas manos con las que no te atreves a tocar nada, la ropa húmeda y arrugada... Solo tenemos una idea fija: una ducha. Para evitar tanto desgaste viajero y la sorpresa de los recibimientos inesperados, tenemos que tomar precauciones.
Evitar el mareo
Es un malestar general que provoca angustia, náuseas, vómitos y vértigos. Por eso, nos deja en un estado penoso e incide directamente en nuestro aspecto. Las causas pueden ser varias. Por un lado, el cansancio, el estrés y el exceso de trabajo se añaden a la falta de sueño la víspera de la salida. Asimismo, una comida demasiado rica en grasas o en alcohol, o ya sea por todo lo contrario, una comida insuficiente, puede ser una causa también.
Por otro lado, la conducción brusca, altas velocidades, cabeceo y balanceo en los barcos, baches aéreos y vibraciones, en general, en todo tipo de transporte nos afecta, así como las malas posturas, calor excesivo, ambiente cargado, mala ventilación o largas trayectorias sin parada. Por último, los malos olores (gasolina, aceite, perfume de algún acompañante y, sobre todo, el tabaco) y el ruido del motor del coche, los reactores de los aviones, la radio o discusiones de nuestros vecinos pueden afectarnos.
Ante todo, comodidad
Es muy importante cómo nos vestimos para sentirnos a gusto y tranquilos durante el viaje. Tomemos nota de estos consejos:
- Hay que evitar los pantalones ajustados y la ropa ceñida.
- Es conveniente elegir tejidos que no se arruguen con facilidad.
- No nos abriguemos en exceso ni en invierno ni en verano. Si acaso, nos podemos llevar una rebeca por si sentimos frío.
- Evitemos pendientes o pulseras demasiado pesadas.
- Si los zapatos aprietan, no dudemos en descalzarnos durante el viaje.
Atención al cabello
La mejor solución es recogerlo y evitar tocarlo. En el caso de cabellos cortos se recomienza utilizar clips y pinzas; para las melenitas, pinzas y diademas; y las melenas largas, mejor moños, trenzas y recogidos de todo tipo.
Maquillaje suave
Actualmente, hay maquillajes específicos que son de gran eficacia para estas situaciones. También hay que destacar las cremas hidratantes con color o una base fluida y muy natural, que no engrasen y se puedan retocar sin problemas. Aconsejamos: Studio Fix de MAC. Su nueva fórmula de tratamiento, controla la grasa e hidrata al mismo tiempo dando un acabado aterciopelado y una cobertura modulable con hasta 24 horas de duración y una protección contra los rayos UV de SPF 15. Ideal para mantener una piel impecable.
Toallitas húmedas
No olvidemos las toallitas desmaquillantes para la cara, que sustituyen la leche, el tónico y el desmaquillante de los ojos. Aconsejamos: Refreshing Cleansing Sheets, de Shiseido. Elimina el maquillaje del rostro, ojos y labios, manteniendo la hidratación esencial de la piel, sin alcohol y libre de aceites. Es ideal para todo tipo de pieles.
Spray de agua termal
Procura una agradable sensación de frescor y suavidad en el rostro. Aconsejamos: Spray de agua termal de Selvert Thermal. Proporciona a la piel una acción calmante, tonificante y descongestiva gracias a las propiedades dermatológicas de las aguas termales. De gran efectividad para refrescar incluso las pieles más sensibles y delicadas.
Desodorante, un aliado
Un toque de desodorante basta para refrescarnos y ayudarnos a ir más seguros. Aconsejamos: Eau Dynamisante, de Clarins. Antitranspirante perfumado impregnado de notas frescas y revitalizantes.
Colonias frescas
Evitemos los aromas fuertes y cargantes, que marean y puedan molestar a nuestro alrededor. Aconsejamos: Eau de toilette Créateur D’Instants de Sensilis. Fragancia floral con un aroma fresco, dulce y delicado.