De ruta por Tarragona: El camino centenario del agua

El agua es sinónimo de vida. El Camí del Rec destaca por su excasa dificultad y cercanía, características que lo convierten en una muy manida para vecinos y familias del Camp

13 septiembre 2023 20:07 | Actualizado a 14 septiembre 2023 07:00
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El agua es sinónimo de vida. Son las rutas con ríos, piscinas naturales o cascadas las que se cuentan entre las más populares. No en vano, Els Gorgs de La Febró, el Toll de l’Olla o la Font de la Llúdriga son dos de los itinerarios más valorados por los tarraconenses.

A un tiro de piedra de la ciudad, se encuentra un recorrido accesible por el que antaño corría el agua que abastecía a La Selva del Camp. El Camí del Rec destaca por su escasa dificultad y cercanía al municipio, características que lo convierten en una opción muy manida tanto por los vecinos como por las familias del camp.

Así pues, en la ruta de esta semana, recorremos el camino del agua para descubrir el origen de esta canalización.

El Método SENDIF, creado por la Taula de Camins de l’Alt Pirineu i Aran, sostiene que la dificultad de un itinerario de senderismo depende, por una parte, del esfuerzo físico que este supone y, por otra parte, de los obstáculos del camino. Esta ruta de ida y vuelta es de dureza física fácil y recomendable para hacer en familia. El desnivel positivo es benevolente, pues está distribuido con cierta regularidad, y nos permite prescindir de los bastones de senderismo. En lo que respecta a la complejidad técnica, cabe indicar que existe una amplia pasarela de madera que nos ayudará salvar un tramo por el que antaño corría el agua. Asimismo, deberemos hacer uso de diversos puentes de madera que cruzaremos individualmente por seguridad. La sombra escasea, sobre todo en los primeros compases del itinerario, luego evitaremos las horas centrales del día y nos protegeremos con crema solar media hora antes de arrancar la marcha.

Instrucciones de la ruta

Si hay una ruta fácil de seguir, esa es el Camí del Rec: por una parte, porque es un recorrido de ida y vuelta, por otra parte, porque las señales son tan abundantes como las personas que lo recorren a diario. Estacionaremos junto al Molí de Rovellat, que se encuentra en la mitad de una rotonda a cuyos lados abunda la zona blanca. El Camí del Rec surge de la mismísima glorieta y se convierte en un sendero estrecho que, ocasionalmente, cruza pistas asfaltadas. Los principales puntos de interés son el Pont Alt, el Pantanet y la Peixera. Cuando hayamos alcanzado el primero, habremos recorrido la mitad del camino de ida. Es a partir de entonces cuando aumenta la pendiente. El punto de retorno está en el Pantanet, la construcción desde la que otrora se canalizaba el agua del camino del riego.

El origen de La Selva del Camp

Situada en los límites de la comarca del Baix Camp, La Selva del Camp se extiende desde la planicie del Camp de Tarragona hasta los contrafuertes de la Sierra de La Mussara. El punto más alto del término municipal es el Puig d’en Cama (717m), una colina independiente de las Muntanyes de Prades que con sus brazos parece abrazar Reus, Almoster y Castellvell del Camp, protegiéndolos del viento, tal y como describe Joaquin M. Masdeu en el libro La Selva del Camp. A mediados del siglo XII, cuando los cristianos arrebataron el lugar a los sarracenos, lo llamaron “vila constantina” y, años más tarde, “silva constantina”. Este nombre encuentra su razón de ser en que la tierra había pasado tiempo sin ser conreada en tanto que no formaba parte de la Marca Hispánica, aquel territorio fronterizo entre la cristiandad y los musulmanes que fue gobernado en régimen de vasallaje por condes. La denominación “La Selva del Camp” fue acuñada con posterioridad a fin de poner en valor la riqueza de sus cultivos, sin embargo, la prosperidad había de resolver un problema capital: abastecerse de agua.

La importancia del Camí del Rec

A diferencia de lo que podríamos pensar, el término de La Selva del Camp es pobre desde el punto de vista hidrográfico. De la misma manera que Reus tuvo problemas de abastecimiento en la Edad Media y canalizó las aguas de Almoster, La Selva hizo lo propio con las del Albiol. El año 1217, los señores de dicha localidad vendieron el derecho de explotación de sus recursos a sus vecinos, entre los que se encontraban las fuentes cuyas aguas serían aprovechadas a través del Rec de la Vila. El riego arrancaba allá donde confluyen las cuencas de tres barrancos, dicho de otra manera, en las Tres Aigües. En el lugar se construyó una esclusa que conduciría el recurso a veces por un canal natural y otras por uno artificial. El Pont Alt, la construcción más destacable del itinerario, servía para que el agua sorteara la riera y penetrara en el interior de la población, donde abastecía a los abrevaderos del ganado antes de continuar su curso por el Carrer Major. No obstante, el proyecto de ingeniería también conoció el fracaso: el 1740, 292 años después de que se construyeran algunas de las fuentes públicas, se edificó un pequeño pantano en la riera abandonado por dificultades técnicas. Este sitio es, hasta ahora, donde concluye la ruta del Camí del Rec.

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