Magalí Sare y Sebastià Gris, intimidad en Els Guiamets

La cantante y el guitarrista actuaron ayer en el Festival Terrer Priorat. Un deleite para los oídos a través de canciones influenciadas por la música de raíz, mientras que los vinos de Cellers Unió y La Placeta complacieron el paladar

02 noviembre 2024 08:40 | Actualizado a 02 noviembre 2024 08:51
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Un bálsamo de sensibilidad y talento. Como una exclusiva fragancia, este es el perfume que ayer impregnó la actuación de la cantante Magalí Sare y el guitarrista Sebastià Gris en Els Guiamets, coincidiendo con la octava edición del Festival Terrer Priorat. Un deleite para los oídos a través de canciones influenciadas por la música de raíz, mientras que los vinos de Cellers Unió y La Placeta complacieron el paladar del público.

Ambos músicos invitaron a navegar por un caudal «poético, inteligente y cargado de emociones, inspirado en su rico universo personal», destacó el director del festival, Blai Rosés.

A modo de hilo invisible, los gestos de Magalí Sare y los acordes del manacorí Sebastià Gris llevaron de la mano al público camino de la perfección. El primer tema con el que cautivaron, y sorprendieron, fue una canción tradicional mallorquina traducida al japonés. «Después de un viaje a Japón, Sebastià quedó fascinado; es de admirar que madruga para estudiar el idioma», confesó la cantante, a la vez que lanzó un órdago a la cantautora japonesa Ichico Aova: «Que nos conteste porque queremos hacer esta canción con ella».

$!La cantante Magalí Sare durante el concierto. FOTO: MARC BOSCH

A la espera de lo que pueda suceder, sacaron a relucir la canción Mañana del disco Esponja (2022), un canto a cómo «el verdadero amor reluce dentro del pozo. Lo alumbra hasta el fondo y lo convierte en túnel. Yo siempre pensé que el verdadero amor es como todas estas telarañas: tejido con cariño, frágil y fuerte. Exactamente igual que la libertad».

Del mismo álbum, también interpretaron No té edat. «Se trata de una canción funky que escribió mi hermano, pero que nosotros hemos transformado en una balada», explicó la cantante.

«Estoy investigando sobre las músicas que se han cantado toda la vida en bodas; historias de mujeres mal casadas, matrimonios forzados, matrimonios infantiles...»

Una armonía cautivadora que dio paso a la interpretación de un choro brasileño antiguo, Caprichos do destino. Toda una demostración de que no es cuestión de azar que Magalí Sare haya actuado en Els Guiamets con anterioridad: «En menos de diez años, he actuado hasta en cuatro ocasiones en Els Guiamets», recordó.

Y de una punta a otra del océano, después sonó La Calandria, una canción tradicional catalana.

Adentrándose en las experiencias vitales más profundas, la multiinstrumentista avanzó que «estoy investigando sobre las músicas que se han cantado toda la vida en bodas; historias de mujeres mal casadas, matrimonios forzados, matrimonios infantiles... Toda una tralla opuesta a Disney y cuyas historias se explican a través de la música tradicional; estoy descubriendo lo que ha supuesto, durante muchos siglos, la institución del matrimonio para las mujeres, una herramienta de control y muy poco romántica».

Un retrato que a nivel musical la artista ha capturado en tres temas: un poema musicado de la gallega Rosalía de Castro; una canción tradicional occitana; y Sirvinacu, «en referencia a una antigua práctica quechua según la cual una pareja debía, primero, convivir y trabajar juntos para saber si debían casarse».

Volviendo al presente, del disco A Boy and a Girl, Magalí Sare y Sebastià Gris ofrecieron la canción mallorquina Sa Mort de Na Margalida, «un culebrón que habla de la muerte de Margalida, la prometida de Sebastià Company», explicó la cantante. Dolor, añoranza y humanidad convergen en el poema en forma de glosa.

$!El guitarrista y compositor manacorí Sebastià Gris. FOTO: MARC BOSCH

Siguiendo el rumbo de la delicadeza, llegó el momento de surcar hacia L’AMAR, un recopilatorio de canciones claramente influenciadas por la sonoridad de la música de raíz. A través de la canción Tot bé, Sebastià Gris descubrió al público su cálido timbre de voz, estrenándose como cantante.

Después, ambos artistas encauzaron la recta final del concierto con el tema Esponja, un alegato a favor «d’aprendre i aprendre i aprendre i aprendre... (aprendre a aceptar que m’estic fent gran), (aprendre a estimar el que m’ha tocat), (aprendre a actuar amb generositat)».

Una enseñanza que el público arropó con sus voces porque «no s’acaba mai d’aprendre, tota la vida aprenent». Magalí y Sebastià también aprendieron cómo en Els Guiamets saben reconocer el talento que emana desde la sinceridad y que la cantante agradeció con sus palabras: «Habéis sido un público muy bonito, porque habéis estado en silencio y aplaudido mucho».

En la última década, la cantante ha actuado hasta en cuatro ocasiones en la localidad

Como dice una de sus canciones «venim a aquest món per anar-nos-en, però el millor que et pot pasar és que riguin quan arribes i que plorin quan te’n vas». Una lección de vida que el público ovacionó y que el dúo recompensó con el bis de la canción La Filadora.

Hoy, concierto de Libérica

Tras la delicatesen musical de Magalí Sare y Sebastià Gris, toma el relevo la formación Libérica en La Torre de Fontaubella (sábado, 2 de noviembre, 19 h, El Sindicat). El contrabajista Manel Fortià lidera el proyecto que completan Max Villavecchia (piano), Pere Martínez (voz), Oriol Roca (batería) y Alba Careta (trompeta). Una velada en la que el jazz servirá para tender puentes entre la canción tradicional catalana y el flamenco.

Un hilo musical que dará paso a la armonía de los vinos y la cocina de autor, de la mano del enólogo Ricard Rofes y el chef Josep Maria Pallejà.

Una nueva manifestación del profundo vínculo entre la gastronomía y el mundo del vino con raíces en el Priorat.

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