Faltan apenas veinte días y muchos ya están preparando su lista de deseos (y otros, sus quinielas) para Sant Jordi. Yo les diría que apunten este título para regalar o para auto regalarse: El viñedo de la luna, de Carla Montero. Una novela histórica maridada con tintes románticos, que nos sitúa en la Francia de mediados del siglo pasado, asediada por los nazis, ambientada en un señorial viñedo y protagonizado por una inquebrantable mujer española, superviviente de la Guerra Civil, con un oscuro pasado...
La supervivencia individual y familiar, una guerra cruel, las envidias y venganzas, la honestidad y la amistad de verdad, las rencillas familiares, el cambio total de la sociedad europea, el poder del amor real; las vides, uvas y preparación de caldos franceses, la determinación personal, el manejo de un negocio de forma leal, y muchos secretos inconfesables... Si además la historia está bien narrada, ¿no es un mix perfecto para disfrutar de una buena lectura?
Aldara, que es el nombre de la misteriosa mujer, con un carácter y físico naturales al que son difíciles resistirse, acaba de casarse con el bondadoso Octave de Fonneuve, hijo de Auguste de Fonneuve, marqués francés propietario del Domaine de Clair de Lune, una impresionante bodega de Borgoña.
A Auguste le hace muy poca gracia esta inesperada y atropellada boda con una joven extranjera que no conoce de nada... pero los lazos con Aldara se van forjando cuando a Octave lo llaman al frente y cae prisionero de los nazis. En el Domain, con una Aldara recién embarazada y que acabará dándole su primera nieta, Claire, descubrirá ese fondo de la española que logró conquistar a su primogénito. Una mujer con fuerza que tampoco se deja avasallar por Romain, el otro hijo de los Fonneuve, que ha vuelto dispuesto a arrasar con todo, como los alemanes. Pero aún aquí quedan muchas tramas que contar... En su nueva novela, Carla Montero (Madrid, 1973) explota de nuevo su talento natural para recrear historias evocadoras sobre la Segunda Guerra Mundial y la posguerra española.
Sus personajes bien construidos y su evolución, los espacios escogidos, las tramas narradas de forma elegante, hacen que el libro fácilmente se transforme en nuestra cabeza como un film de época, dotando al argumento de una acertada documentación que no resulta cargante ni petulante.
‘En tus ojos, perdido. A tu sonrisa, rendido. Por ti, para siempre condenado’. Aldara lo sostuvo (...) sin poder apartar la vista de aquel testimonio de lo que ella siempre había preferido negar. ‘Quizá en otro tiempo y en otro lugar. Quizá en otra vida...’, pensó
Quizá porque me siento identificada, me fascinan la honestidad y la lealtad de Aldara, cuyo recorrido en el libro es redondo. Además, he disfrutado mucho con las conversaciones alrededor del vino y la viticultura, descubriendo cómo solventaron algunos problemas que sufrieron nuestros vecinos, incluso entrando en el cultivo ecológico, inusual para la época, o replantando una variedad autóctona para salvar algunas añadas, el aligoté.
Personalmente creo que el broche final es el epílogo, donde volví a hacer las paces con Montero, porque mucho me temía un final bastante más adverso para uno de mis personajes favoritos. Como decía, una novela que lo tiene todo para conquistar este Sant Jordi.
Título: El viñedo de la luna
Autora: Carla Montero
Editorial: Plaza&Janés
Páginas: 584