La exposición ‘Activistas por la vida’, en Tinglado 2 de Tarragona

Un total de 40 guatemaltecos y hondureños: defensores del medio ambiente, de los derechos de la mujer, de la diversidad sexual... nos observan desde sus retratos y comparten con nosotros lo que les pasó, para que llegue a más rincones del planeta y se extienda la denuncia

30 octubre 2021 18:28 | Actualizado a 02 noviembre 2021 08:11
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En 1982 en Sepur Zarco, una pequeña comunidad indígena Q’eqchi al noreste de Guatemala, las vidas de decenas de mujeres se truncaron para siempre. Un día, en plena Guerra Civil, varios militares acudieron a sus casas y se llevaron a sus esposos e hijos -a los que no han vuelto a ver- y a ellas las secuestraron y las violaron y utilizaron como esclavas, abusando de ellas durante seis meses.

Mucho tiempo después, en 2016, se hizo algo de justicia, y los dos militares acusados fueron condenados a cientos de años de cárcel. Ese se convirtió en el primer caso en el mundo en que un tribunal nacional condena a los responsables de esclavitud sexual durante un conflicto armado y describe la violencia sexual como una estrategia de guerra.

Algunas de esas mujeres dan la cara y nos miran ahora desde las paredes de la exposición ‘Activistas por la vida’, del fotoperiodista de conflictos y crisis humanitarias Gervasio Sánchez, organizada por la asociación Entrepobles y que estará en el Tinglado 2 en Tarragona hasta el 9 de enero de 2022. Ahí podemos ver sus rostros y leer parte de sus historias. Unas historias que han viajado desde Guatemala hasta aquí para que no queden en el olvido, para que no sean silenciadas y para que más gente sepa lo que allí sucedió.

De eso va esta muestra, de capturar testimonios en foto, texto y vídeo. Un total de 40 guatemaltecos y hondureños: defensores del medio ambiente, de los derechos de la mujer, de la diversidad sexual, de la libertad de expresión e información... nos observan desde sus retratos y, a través del vehículo que es esta exposición, comparten con nosotros lo que les pasó, para que llegue a más rincones del planeta y se extienda la denuncia, se conozca lo sucedido, se reivindiquen los abusos.

Son hombres y mujeres que viven amenazados de muerte por luchar por los derechos humanos y medioambientales que suelen chocar con los intereses de las grandes multinacionales. Como cuenta Gervasio, “la realidad que se explica en este proyecto fotográfico tiene que ver con la vida cotidiana de personas que pueden ser asesinadas en cualquier momento” y sorprende “la valentía con que los activistas, hombres y mujeres, luchan contra un mundo criminal lleno de sicarios que matan sin pensárselo dos veces”.

Las leyes de Honduras y Guatemala favorecen los derechos de estas empresas, mientras que atentan contra los de sus ciudadanos. Esta situación, ligada a la persecución y a las amenazas de muerte constantes, al elevado índice de violencia y a la corrupción policial, política y jurídica de estas regiones, hace que miles de familias hayan tenido que huir de esos territorios.

Sin embargo, también hay comunidades indígenas y campesinas que luchan frente a estos poderosos intereses y consiguen proteger sus tierras. Esos son los que el visitante puede conocer si se da una vuelta por el Tinglado 2 de Tarragona y se interna en el trabajo que ha traído hasta aquí Gervasio Sánchez, premio Nacional de Fotografía en 2009 y especialmente conocido por su trabajo en la guerra de los Balcanes y sobre todo de la posguerra. De las posguerras, en diferentes lugares, de los testimonios que ya no son de rabiosa actualidad y que él sigue cubriendo para que no caigan en el vacío del olvido.
 

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