Nacida en Milán, de nacionalidad francesa, pero residente en Tarragona desde hace dos décadas, la escultora Béatrice Bizot ha ingresado esta semana en la Reial Acadèmia Catalana de Belles Arts de Sant Jordi, tras pronunciar el discurso Llenguatge escultòric i empremta al territori este miércoles, en reconocimiento a su trayectoria y talento. «A lo largo de la vida, he vivido en muchos países –Italia, Estados Unidos, Francia– y desde hace veinte años que resido en Tarragona, que, además de convertirse en una ciudad emblemática para mí, es la que me ha acogido como artista en este momento de mi trayectoria. Yo he adoptado esta tierra y esta tierra me ha adoptado a mí», asegura la escultura.
En esta misma línea, resalta que «mis obras son una fusión entre el arte y las técnicas contemporáneas y un estilo clásico, un aspecto que comparto con el clasicismo romano de Tarragona». De hecho, sus esculturas más recientes están realizadas con bronce y con cemento, un material característico en su producción, que le permite expresar la fragilidad humana, poniendo de relieve el contraste entre la belleza de sus rostros clásicos y la contundencia de un material vinculado a la construcción y a la arquitectura.
Una forma de lenguaje
Así, en la conferencia de ingreso en la Reial Acadèmia Catalana de Belles Arts de Sant Jordi, la artista puso en valor «la escultura como una forma de lenguaje, así como las oportunidades que me ha brindado Catalunya y Tarragona en el ámbito de obra pública».
En este sentido, cabe destacar que Béatrice Bizot inauguró en 2021 una escultura de gran formato en Vila-seca, Les portes de la memòria, en recuerdo y homenaje a las víctimas de la Guerra Civil; tiene dos instalaciones escultóricas en Tarragona, en la zona del Serrallo y el área arqueológica de la Capçalera del Circ, y una escultura en los Rentadors de Sant Antoni de Montbrió del Camp.
«Mis fuentes de inspiración son la ciudad, la construcción, el ser humano... valores universales», afirma Béatrice Bizot, quien resalta que «mi ingreso en la Reial Acadèmia Catalana de Belles Arts de Sant Jordi contribuye a abrir la institución a un perfil de escultora pública de Tarragona y europea, así como una mujer arraigada al territorio». Paralelamente, tiene un recorrido internacional de exposiciones, y está representada en galerías de París, Nueva York y Reus.
Diálogo con el lugar
Por ello, en su trayectoria cobra valor y sentido el diálogo con el lugar. «Para mí es muy importante entender lo que transmite el territorio y cada lugar en el que he podido dialogar con él, puesto que cada vez que creo una obra, por un lado, debo entender exactamente el carácter simbólico, y, por otro lado, pensar en quienes pasarán por ese lugar y cómo entenderán mi obra, porque, en última instancia, estas personas se apropian la obra y dialogan con ella de forma silenciosa a través de sus percepciones», explica la escultora.
Sobre el momento que atraviesa la escultura, Béatrice Bizot afirma que, cada vez más, «la escultura tiene un papel imprescindible en el espacio público, por lo que es un valor al alza», y señala que «la escultura puede jugar un papel importante en el urbanismo de las ciudades y dialogar también con la naturaleza».