Mundo de fantasía, amor por la sonoridad, interés por descubrir, el día a día en el estudio y una eterna pasión por la música son algunas de las frases que el líder de la Casa Azul, Guille Milkyway regala en el transcurso de una larga videoconferencia con el telón de fondo de su próximo concierto en Reus el próximo viernes junto a Silóe y Shinova.
Primera edición del Reus Music Festival y primera vez de La Casa Azul en la capital del Baix Camp
La verdad es que este concierto ha sido totalmente inesperado y ha entrado en un momento en el que pensábamos que la gira ya estaba prácticamente cerrada. Aun así, contentos, aunque siempre cuesta arrancar en localidades donde no has tocado nunca, pero felices porque llega en un momento perfecto para el grupo.
¿Antes no lo era?
Quizá faltaba alguna pieza que nos diera seguridad en el escenario. Ahora los directos de La Casa Azul me representan y cuando alguien me envía un vídeo del concierto, me gusta lo que veo.
¿La Casa Azul era solo un proyecto de estudio?
Inicialmente sí o si más no, era mi visión del proyecto más centrada en el trabajo en el estudio y alejada del mundo del directo.
¿Qué le interesa al líder de La Casa Azul como banda?
Me obsesiona la sonido, la estética, la electrónica que hay en la sonoridad y el universo de fantasía que rodea La Casa Azul y que es la que queremos que le gente viaje cuando nos escucha o está en uno de nuestros conciertos. Por otro lado, lo que une a los componentes del grupo es la pasión por la música de los años 60, 70 y la fusión de sonidos y texturas.
¿Cómo ha evolucionado el directo de la banda?
El directo es otra disciplina totalmente diferente al trabajo que sea realiza en el estudio y que requiere mucho trabajo en todos los niveles desde los audiovisuales hasta los ensayos, atrezzo, vestuario... Ahora estoy muy contento, pero hasta hace poco no encontraba la forma de conseguir tener la sensación de banda.
¿Contento con lo que sientes cuando te ves ahora?
Mucho. Ahora, cuando veo vídeos vía redes sociales o me los envían, tengo la sensación que transmito la alegría que me faltaba antes.
Cambio a otro escenario, ¿la música urban es el pop actual?
Totalmente, pero como ha sucedido siempre. El pop bebe de muchos otros géneros e influencias. Los 70 representaron un cambio respecto la década anterior y ha ido sucediendo con el paso de los años. La melodía nos hace antiguos y atemporales a la vez, y lo que marca la tendencia acaba siendo el patrón ritmo y la sonoridad que es diferente en cada momento de la historia de la música. Con el paso de los años todo gana en credibilidad.
¿Se ha vuelto demasiado repetitiva, básica o simple la música de hoy?
Si reducimos la música a los acordes y ritmos que ya conocemos, al final todo se reduce demasiado. Hacemos el círculo muy pequeño. Todos sabemos los acordes que más funcionan musicalmente, de hecho hay miles de canciones con los mismos acordes, pero no se trata únicamente de eso...
¿De qué hablamos entonces?
Hablamos de la emoción que acompaña esa nueva canción, del matiz de la voz, contexto y del contraste que genera al unirlo con nuevos sonidos. Este conexto, único en cada momento y más allá puramente de lo técnico, es lo que le da magia a cada una de las canciones.
¿Es lo realmente importante para ti?
Me apasiona saber por qué se hacen las cosas y el sentido que tiene todo ello.
¿Cómo planteas tu día a día en el estudio?
Mi principal preocupación es que todo lo que haga en mi estudio sea una clara declaración de amor y que consiga a los fans llevarlos al mundo de fantasía que es La Casa Azul.
¿Qué hay de esencial en toda tu discografía?
La canción melódica pura. Luego es cierto que la vestimos con teclados y guitarras que las hacen llevar un ámbito más funk o una sonoridad más electrónica, pero la canción melódica pura para mi es la clave y la base sobre la que empezar a trabajar.
¿Te planteas cambios en una industria musical voraz que vive del streaming y del directo?
En términos generales, la verdad es que no. Quiero seguir haciendo lo que hago y que al final, es lo que me gustaría oír. Tengo un gran amor por la sonoridad y por el proceso de cómo lo hago. De hecho creo que es uno de los secretos de La Casa Azul, el proceso de cómo se hacen las cosas.
Suena a trabajo muy artesano...
Lo es. De hecho estoy acostumbrado a trabajar solo en mi estudio y al final, a pesar de los años, todo sigue teniendo un punto amateur que hace que sea La Casa Azul. Eso no se debe perder porque, a la vez, es disfrutar de cada unos de los procesos de la producción de una canción o un disco.
Dejando de lado el trabajo en el estudio y entrando en los medios de comunicación. ¿Seguirás participando en formatos televisivos como ‘OT’ o radiofónicos la nueva temporada?
Lo que me gusta es poder formar parte de formatos televisivos o en los medios de comunicación donde no se espera que un perfil como el mío pueda entrar para justamente, romper con las ideas preconcebidas que hay en relación a la industria musical. Allí me siento cómodo, pero es puro divertimento y me lo paso muy bien. Lo cierto es que lo mío es el estudio.
Comentabas hace un momento trabajo artesano y muy solitario. ¿Cuidas tu salud mental en ese sentido?
Sin duda, al final estar bien es la clave y para ello es estar en continuo contacto con mi gente y el entorno en el que me muevo y estoy en Sant Cugat.
Terminamos. Nuevo disco, ¿pronto?
Si todo va bien, llegará a mediados de 2025 y ahora mismo estamos valorando si por primera vez, entran productores externos en el proyecto. De hacerlo todo yo con mi equipo o si la visión y sonido de otros profesionales puede ayudar, pero es una decisión que aún estoy valorando.
