Era postantibiótica, bacterias inmortales

Cada vez existen menos tratamientos disponibles para hacer frente a bacterias tan agresivas y resistentes a los fármacos

09 diciembre 2024 18:41 | Actualizado a 09 diciembre 2024 18:50
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España se encuentra entre los países que más han reducido el uso de antibiótocos, con una caída del 6,7%, frente a un 2,5% en el conjunto de la Unión Europea en el periodo 2019-2022, si bien se sitúa como el séptimo país con un mayor consumo de estos medicamentos. Esta es una de las conclusiones del informe Panorama de las resistencias microbianas y nuevos antibiótocos, que ha elaborado el Consejo General de Colegios Farmacéuticos.

Ante el aumento de la resistencia a los antibiótocos, los Programas de Optimización de Uso de los antibiótocos (PROA) contribuyen a «limitar la diseminación de gérmenes multirresistentes», en palabras de la doctora Simona Iftimie, coordinadora del PROA en el Hospital Universitari Sant Joan de Reus.

El objetivo es «mejorar los resultados clínicos y minimizar los efectos adversos relacionados con el uso de antibiótocos, así como garantizar un uso-coste eficaz». Para ello, un equipo multidisciplinar consensúa los protocolos que se aplican en todos los eslabones sanitarios, desde el ámbito hospitalario hasta el sociosanitario, pasando por el pediátrico y el comunitario.

«El objetivo del programa PROA es minimizar los efectos adversos relacionados con el uso de antibióticos»

Como ejemplo, la farmacéutica de atención primaria Mónica Muñoz y coordinadora del PROA Baix Camp – Priorat, indica que «con el fin de evitar la ineficacia de los antibióticos en infecciones de orina se realiza un cultivo para saber que la bacteria que causa la dolencia es sensible al fármaco». De lo contrario, «si utilizamos antibióticos cuando no deberíamos, no mejorará nuestra salud porque se romperá la microbiota de nuestro organismo, que es la que nos protege de otras infecciones y bacterias peligrosas».

$!Profesionales del equipo PROA Baix Camp – Priorat. foto: alfredo gonzález

Era postantibiótica

Ambas especialistas hacen hincapié en que «debemos limitar la aparición de resistencias porque cada vez existen menos tratamientos disponibles para hacer frente a bacterias tan agresivas». Evolucionan más rápido que los fármacos. «Actualmente, son escasas las moléculas en desarrollo del ámbito de los antibiótocos. Si las bacterias se hacen resistentes a los medicamentos de uso habitual, no tendremos herramientas para erradicarlas. Por eso hay que hacer un uso responsable», según Mónica Muñoz, a lo que la doctora Simona Iftimie añade: «Hay más bacterias multirresistentes y menos nuevos antimicrobianos».

Automedicación

Este contexto es solo la punta del iceberg de un problema más profundo: las consecuencias de la automedicación. «Deberíamos hacer un uso responsable de los medicamentos para evitar la aparición de resistencias, sobre todo a los antibiótocos. Con la llegada del frío, es común que los pacientes acudan a su farmacia de confianza en busca de antibiótocos para curar un dolor de garganta», apunta el presidente de la Asociación de Farmacéuticos Empresarios de Tarragona, Eduardo Cacho. Un comportamiento que deja mucho que desear, puesto que «los antibiótocos sirven para erradicar infecciones bacterianas, en ningún caso infecciones víricas u otro germen».

«Deberíamos hacer un uso responsable de los medicamentos»

Para arrojar luz, el farmacéutico aclara: «La causa de una infección vírica es un virus, como puede ser el de la gripe. El contagio se previene a través de las vacunas. De esta manera, nuestras defensas están preparadas para atacar el virus y eliminarlo del organismo». En cambio, de las infecciones bacterianas Eduardo Cacho indica que «la causa son otros gérmenes y se combaten con antibiótocos».

También genera ‘controversia’ en cuanto a su uso la siguiente pareja de fármacos: paracetamol e ibuprofeno. «Ambos son analgésicos y antipiréticos, es decir, disminuyen el dolor y bajan la fiebre. Pero, además, el ibuprofeno es antiinflamatorio y estaría indicado en aquellos procesos en los que media una inflamación, como procesos musculoesqueléticos, dolores musculares, etc.», aclara el presidente de la Asociación de Farmacéuticos Empresarios de Tarragona.

Los pacientes con enfermedades crónicas deberían evitar la automedicación

Por otro lado, los pacientes con medicación crónica deben ser todavía más precavidos con la automedicación. «Deberían evitar automedicarse porque existen fármacos que interaccionan entre ellos», afirma Eduardo Cacho, quien apela a «pedir consejo médico o farmacéutico en caso de duda».

Si los motivos de salud le parecen insuficientes para dejar de automedicarse, el presidente de la Asociación de Farmacéuticos Empresarios de Tarragona esgrime otras razonas. La primera es preservar el medio ambiente. «Los fármacos que consumimos se excretan a través de la orina y de las heces, pero las plantas de tratamiento de agua no están preparadas para eliminar completamente los residuos químicos», confirma el farmacéutico.

También es preferible adquirir los medicamentos a través del canal farmacia porque, en palabras de Eduardo Cacho, «es la única manera de garantizar su trazabilidad, es decir, que desde su fabricación hasta que llega el público, supera los controles de calidad y existe una garantía de seguridad».

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