Los niños y niñas de primero y segundo de primaria de la escuela Les Comes de Rodonyà (Alt Camp) han empezado a llevar a cabo tareas de recuperación alrededor de la Bassa Nova. Este lugar, situado en las afueras, es un punto histórico del municipio, puesto que había sido un antiguo abrevadero para los animales que circulaban por el camino que pasa al lado de Rodonyà.
La Associació Mediambiental La Sínia y el Ayuntamiento de Rodonyà han firmado un acuerdo de custodia agraria para mejorar la zona y cuentan con la participación de la escuela de primaria municipal. Anna Insa, directora de la escuela Les Comes aseguraba que La Sínia fue «el puente de unión» entre el Consistorio y el centro educativo para empezar este proyecto.
De hecho, el Ayuntamiento ya había mostrado interés por el proyecto Territori Salamandra, una iniciativa de la entidad medioambiental que pretende mejorar puntos de agua en todo el territorio de la Conca del Gaià. Además, este proyecto intenta implicar a la gente que vive en aquel espacio. Con este acuerdo de custodia, la actividad involucra de lleno a los niños del municipio para que cuiden y conozcan más la zona donde viven.
Primer contacto con la Bassa
La Sínia hizo una coordinación con las personas del comité de Escoles Verdes, un grupo de centros educativos que fomentan la educación ambiental trabajando con entidades del territorio. El pasado 16 de marzo desarrollaron la primera actividad de campo con los niños y niñas.
Hèctor Hernàndez, coordinador de la Associació Mediambiental La Sínia, explicaba que lo primero que hicieron fue un descubrimiento del espacio. «Les explicamos un poco donde estábamos porque siempre es importante conocer la historia del lugar».
A continuación, descubrieron qué fauna y qué flora pueden encontrar en estas balsas temporarias y realizaron una intervención directa para mejorar el entorno vegetal del entorno. «El 2009 nosotros ya plantamos unos primeros árboles y ahora hemos querido plantar otras especies para dar biodiversidad al espacio», comentaba Hernàndez.
Los niños estuvieron divididos en dos grupos y se repartieron las tareas. Los alumnos de primero plantaron algunos arbustos y árboles y los regaron con agua. Además, también se dedicaron a buscar piedras y tierra para reforzar las plantas. Mientras tanto, los alumnos de segundo escucharon una charla sobre la fauna y la flora del entorno.
Así pues, pudieron conocer especies que quizás irán a la Bassa Nova como el zorro, el jabalí, la serpiente o la rana verde. Y aprender las características que tienen estos animales, como por ejemplo, qué melodía hace cada pájaro o como pueden identificar algunos anfibios.
Más educación ambiental
Durante los próximos meses, los niños y niñas trabajarán en la escuela los conceptos aprendidos y lo que han puesto en práctica en esta primera actividad. «Queremos integrar el proyecto de la Bassa Nova dentro de la escuela», afirmaba Hernàndez. Las próximas actividades serán realizar un descubrimiento del agua de la balsa, hacer un seguimiento del estado ecológico y una evaluación de las mariposas y los pájaros que viven allí. También se colocarán cajas nido en los árboles de alrededor para favorecer la presencia de pájaros.
Aun así, el coordinador de La Sínia recalcaba que el espacio no es muy grande y «la idea es hacer actividades con los alumnos de calidad, no de cantidad». También comentaba que el propósito es que año tras año esta tarea se vaya haciendo y que no sea una cosa de un solo día. Hernàndez concluyó que «es un placer que desde la sociedad civil seamos partícipes de la gestión de nuestro entorno natural».