Dorian es mucho más que una banda de festivales, si rascas en sus canciones hallas un contenido incontestable. Para descubrirlo resulta imprescindible acudir a una sala y empaparse de los ritmos y los mensajes repletos de compromiso de los barceloneses, que han vuelto al ruedo con Futuros Imposibles, un álbum que les ha reencontrado con la crítica.
La noche del viernes en Tarragona sirvió para desnudar el nuevo show, muy detallista hasta en los visuales, muy apropiado para degustar dos horas de música. No todo son himnos en una banda, Dorian lo sabe porque la experiencia de 20 años en la carretera cuenta mucho. En los discos, las canciones oscuras dicen mucho. Hablan, a veces mucho más que las populares.
En Futuros Imposibles, el tema A Contraluz lidera esa segunda unidad, eriza la piel, también en el directo, con el público como hipnotizado. Marc y sus compañeros de viaje, con la inconfundible Belly en los teclados, saltaron al estrado con la pose que siempre les ha distinguido. Saben estar, controlan los ritmos. Algo especial y Lo que recuerdo de ti inauguraron la propuesta, dos piezas del nuevo trabajo, la primera relata la ruptura sentimental de los líderes de la banda, la segunda la muerte de un ser querido atropellado por los excesos.
En El Sur, quizás la obra maestra de esa nueva exposición, las pulsaciones cogieron velocidad, las emociones a flor de piel, en cambio, surgieron con Elegía, crudo, a guitarra, pero con la voz de Marc a pecho descubierto, sin corazas. Un enjambre de sentimientos.
Que la vigencia de Dorian se encuentra alejada de las sospechas, por lo menos hasta el momento, se palpa en la platea, con una mezcla de generaciones cuanto menos curiosa. Se hace sencillo ver a los sesentones bailar sus melodías, también a algún veinteañero. La magia de la música.
Los gritos de libertad y solidaridad comparecieron con Dual, un tema que se ha instalado en el set list con frecuencia y que al público le genera rebeldía. En la actuación hay dosis de club ochentero con Una noche más, una discoteca ambulante que provoca movimiento en las caderas.
Evidentemente, como mandan los cánones, el show se clausuró en la cima, con euforia desmedida gracias a los clásicos memorables como La Tormenta de Arena o Cualquier otra parte, historia viva del movimiento independiente.
Dorian aclaró que los rumores de adiós se ahogaron en tierra movediza. Han regresado a la carretera con una salud formidable, con dos décadas a sus espaldas, pero con el entusiasmo intacto. Y los fans sueltan disparos de euforia.