De ruta por Tarragona: Una sinfonía de agua y roca

En la ruta de esta semana visitamos el Santuario de la Fontcalda a fin de conocer los secretos de las aguas cálidas -e incluso milagrosas- que le dan nombre: se trata de un recorrido familiar rodeado por decenas de atractivos naturales

10 abril 2025 11:49 | Actualizado a 10 abril 2025 11:54
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Alberto Faci Roque (1684-1774), conocido como Lo Pare Faci, fue un fraile aragonés que promovió la construcción de numerosos templos en el Bajo Aragón (Teruel). Destacó, entre otras cosas, por su asombrosa productividad: entre 1747 y 1770 publicó un total de 40 libros, es decir, más de uno por año. Aunque la mayoría de sus obras estaban dirigidas a sus paisanos aragoneses, hizo una excepción al dedicar una de ellas a lo que él mismo llamó el «cielo bajo la tierra». ¿A qué lugar se refería con la metáfora?

El fraile hablaba de un templo que Pascual Madoz, en su Diccionario geográfico, sitúa «en el fondo de un escarpadísimo y pintoresco valle, por donde discurre el río Canaleta». A esta descripción se suma la del propio Faci, quien añadía que se encuentra a dos leguas de la antigua villa de Gandesa, en «la falda de un peñasco elevadísimo» donde «hay una fuente de agua de baños caliente [...] que ni crece con lluvias ni mengua con toda la esterilidad». Con estos indicios, no cuesta concluir que las descripciones se refieren al Santuario de la Fontcalda, el mismo que inauguró, en noviembre de 2024, un centro natural para la conservación y educación ambiental.

Cómo llegar al santuario

En la ruta de esta semana visitamos el santuario a fin de conocer los secretos de las aguas cálidas –e incluso milagrosas– que le dan nombre: se trata de un recorrido familiar rodeado por decenas de atractivos naturales.

Lo más habitual es llegar al santuario caminando por la Vía Verde de la Terra Alta o por la carretera que lo une con Gandesa. Esta última tiene un trazado sinuoso y tramos de un solo carril junto a desniveles pronunciados, lo que puede generar una cierta sensación de inseguridad, sobre todo al emprender el camino de vuelta. En cambio, la calzada que va de Prat de Comte a su antigua estación de tren es amplia y cómoda pese a sus numerosas curvas, de ahí que sea la opción más elegida entre los visitantes –incluso si vamos desde el Camp de Tarragona-. De elegir esta segunda opción, debemos caminar alrededor de 15 minutos por la Vía Verde y cruzar dos túneles iluminados de algo más de un centenar de metros.

Senderismo en familia

Tan pronto descendemos hasta el curso del río, cruzamos el Canaleta haciendo uso del puente y encontramos, antes de llegar a la plaza del santuario, la balsa de aguas cálidas y supuestas propiedades curativas cuyos efectos milagrosos, según Faci, se anotaban en un libro o registro de la ermita. El libro La Fontcalda: notes històriques, folklòriques, teològiques i líriques de Joan B. Manyà la describe así: «al peu dels cingles raja per cinc o sis xorros una Font remorosa, de doll perenne i uniforme». Entre los milagros, se registró el de Gabriel, natural de Vall d’Esgorfa, en el año 1638. El mismo libro recoge que «vingué a la Fontcalda patint molt i aguantant-se amb dues crosses: el dia 5 d’octubre acabà la novena i es trobà lliure de la molestia dels dolors». Desde la otra orilla del río, donde ahora nos encontramos, podemos seguir el curso en el que se abocan las aguas curativas. Así llegamos a Els Estrets de Baix, donde el agua «s’esmuny a voltes plàcidament i silenciosa, a voltes saltant de toll en toll entre roques i còdols i remorejant nua melodía indefinible que no saps si és de joia per complir el seu destí, o de tristor per allunyar-se de la Fontcalda». El Canaleta continúa su curso, el camino.

El recorrido entre la antigua estación de Prat de Comte puede completarse deshaciendo los pasos hasta el santuario para, finalmente, remontar las aguas gracias a las escaleras creadas en la roca. De esta manera, cruzando a la otra orilla cuando una pista forestal nos lo permita, alcanzamos el área interpretativa de la Vall de la Jepa, situada a escasos minutos de la vieja estación.

Las otras joyas de la Terra Alta

El paseo por el santuario puede concluirse con una visita al pueblo de Horta de Sant Joan, el mismo que para muchos es uno de los más bonitos de Tarragona, o Arnes, cuyos portales medievales, ayuntamiento renacentista e iglesia barroca justifican acercarnos a la localidad que limita con el Bajo Aragón de Faci. De esta manera descubriremos el territorio que prendió a Pablo Picasso a sus 16 años. Entre las rutas de senderismo de la zona destacan las Roques de Benet, icono por antonomasia de Els Ports, la montaña de Santa Bàrbara, retratada por el propio Picasso, o Els Estrets, un desfiladero excavado por el río del mismo nombre.

Pese a la apariencia que pueden presentar los recorridos anteriores, todos ellos carecen de dificultades técnicas mayúsculas, especialmente el último de los tres.

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