Good Karma Projects y el alcalde de Vila-seca, Pere Segura, defendieron este martes en el Parlamento Europeo que la legislación que se está preparando relativa a la gestión de los pellets sea principalmente preventiva. La entidad y el alcalde participaron en una jornada de trabajo con eurodiputados que abordaba diferentes perspectivas sobre cómo debe ser la nueva legislación que debe servir para evitar las pérdidas de microplásticos y reducir su impacto en el medio ambiente. Jordi Oliva, cofundador de Good Karma Projects, expuso el trabajo de la entidad relacionado con esta problemática y reclamó que, a partir de la nueva ley, las empresas deban «certificar la aplicación de medidas para prevenir la contaminación en origen».

La ONG participó en la jornada como experta en la materia, tras siete años estudiando las dinámicas de contaminación por pellets en la costa de Tarragona y su relación con la industria petroquímica del Camp de Tarragona. «Por nuestra parte ha sido una muy buena experiencia y esto nos asegura que la información llegue de la mejor forma a los miembros de la comisión», manifestó Oliva.
Una de las playas más afectadas por la contaminación de pellets en el litoral catalán es la de La Pineda, en el término municipal de Vila-seca. Su alcalde concretó que la normativa ahora se encuentra en una fase de negociación del texto definitivo entre la Comisión Europea, el Consejo de la Unión Europea y el Parlamento Europeo. «Hemos hecho un poco de lobby para describir la casuística y ver qué necesidades debe cubrir la norma», indicó.
Para Segura, la norma debe abarcar tanto a las grandes empresas fabricantes como a las pequeñas, que son las más habituales en el transporte y almacenamiento. «También debe poner énfasis en que las acciones no solo deben ser punitivas y correctivas, sino que las preventivas son cruciales», afirmó. En este sentido, ejemplificó que «una vez el pellet llega al mar o a la playa, retirarlo es muy difícil» y que tomar medidas para evitar las pérdidas tiene un coste «relativamente bajo».
Asimismo, destacó que la contaminación por microplásticos también tiene un impacto económico, especialmente en entornos turísticos, ya que la imagen se degrada y esto afecta la reputación del destino. Con todo, ambos se mostraron bastante optimistas en que sus peticiones han sido escuchadas y serán incluidas en el nuevo texto legislativo.