Con 37 hectáreas de superficie, el parque de la Torre d’en Dolça es uno de los parques urbanos más grandes de la provincia. En su interior, alberga diferentes espacios al aire libre para la práctica deportiva, el ocio o la observación de aves, entre otros. Además, el entorno alberga un buen número de restos patrimoniales, más allá de la torre medieval que le da nombre, que dejan buena huella de las diferentes etapas de la historia local. Ahora, el Ayuntamiento ha aprobado de forma inicial un proyecto para la rehabilitación de espacios de interés histórico, arqueológico y medioambiental que se encuentran en el ámbito del parque, una actuación que pretende recuperar y poner en valor algunos de estos rincones desconocidos.
La actuación se divide en cuatro zonas. La primera consiste en la intervención arqueológica que se llevará a cabo en la antigua villa romana de Els Aragalls, un yacimiento datado en el siglo II aC y escondido entre el velódromo y el Raval de la Mar. Este espacio, que se delimitó a principios de los años 90 durante los trabajos de construcción de PortAventura, lleva más de una década sin ninguna intervención. Ahora, se volverá a actuar para proteger los restos y ponerlos en valor con la instalación de carteles que sirvan para que los visitantes conozcan el yacimiento.
La segunda zona corresponde a la antigua balsa de riego, que se encuentra en uno de los extremos del parque que toca con la carretera de acceso a la zona de servicios y los terrenos de PortAventura. Conocida con el topónimo de la Bassa de la mina de soldó, esta antigua infraestructura es una muestra histórica ligada al desarrollo de una agricultura de regadío en una época donde todavía no habían emergido las energías procedentes de combustibles fósiles o la electricidad. Para evitar que continúe su degradación, el consistorio pretende rehabilitarla por completo. Además, desde el punto de vista pedagógico, también se señalizará con cartelería específica para que sirva como ejemplo de cómo era un antiguo riego agrícola a principios del siglo XX.
Por otra parte, este proyecto de rehabilitación incluye otras dos actuaciones encaminadas a la mejora de dos de los espacios renaturalizados del parque. En concreto, se reparará la lona impermeabilizante de una de las lagunas centrales del hipódromo que se encuentra en peor estado y se rehará el pavimento de uno de los caminos centrales que cruzan el parque de punta a punta. En este caso, la actuación consistirá en acondicionar un nuevo pavimento blando, delimitado por unos bordillos y con la apertura de cunetas para mejorar el drenaje y evitar que se formen grandes charcos cuando llueve.
Subvención de la Diputació
El proyecto, que se encuentra actualmente en exposición pública, cuenta con un presupuesto por contrato de 250.000 euros. De ellos, 200.000 proceden de una subvención que concedió la Diputació de Tarragona el año pasado. Si no hay alegaciones, el proyecto quedará aprobado de forma definitiva antes de que acabe el mes y se podrían licitar las obras antes de verano.
Siete empresas optan a construir los circuitos ciclistas
Por otro lado, la Torre d’en Dolça recibirá en unos meses otra importante inversión que prevé dotar el parque de nuevos usos, con la construcción de 2 km de circuitos ciclistas. Este proyecto, que supone una inversión de 1,3 millones de euros, pretende dar respuesta a la pérdida del velódromo con la remodelación del estadio municipal. Actualmente, se encuentra en fase de licitación, con un total de siete empresas que se han presentado al concurso público. En concreto, se crearán dos circuitos para ciclistas; uno de 1.263 metros que discurrirá por senderos que ya existen en el parque y que se adaptarán y un segundo circuito infantil de menores dimensiones para los entrenamientos del club local.
