Un minuto antes de las 11 horas de esta mañana de 22 de diciembre ha sido el único momento de gloria del Sorteo de Navidad en la provincia de Tarragona. El resto de las cuatro horas de cantinela numérica, una sequía de sonrisas.
En el interior de la Administración número 1 de Vila-seca, situada en la avenida Ramon d'Olzina, Rubén Mateo, el titular del negocio, estaba siguiendo en familia el sorteo. Lo hacía con la persiana bajada y en la intimidad con su esposa e hijo.
Un cierre no habitual, de protesta, argumentando el descontento del sector por las comisiones que reciben por la venta de Lotería. Una persiana bajada simbólicamente para visibilizar que al igual que otros oficios, su salario debe adecuarse a los tiempos que se viven.
En la intimidad de su administración, Rubén y Cristina han oído el número, el 42.833, y poco después el nombre de su administración salía en el listado de puntos de venta en España: 126. En pocas palabras, un cuarto premio muy repartido.
La tranquilidad de la mañana se ha esfumado de golpe y las llamadas al teléfono del local y a los móviles se han sucedido de forma permanente. La protesta simbólica terminaba. Era hora de salir de nuevo a la calle, levantar la persiana y mostrar la felicidad de haber alegrado el día a 10 compradores d eun número que se vendió, si su memoria no le falla a partir del 8 de nobviembre.
Casi sin tiempo a reaccionar a la noticia, la primera llamada era del Diari de Tarragona. "Es una gran alegría repartir el premio. Ha sido una serie, toda de ventanilla.... estamos nerviosos y felices", explicaba de forma atropellada, todavía con las palpitaciones de su corazón a toda velocidad.
Poco a poco, este lotero con 20 años de experiencia en Vila-seca ha ido recuperando la serenidad. No es la primera vez que reparte premios, y eso curte en este oficio. Ha aprovechado la llegada de los medios para recordar el porqué del cierre de la Administración número 1 de Vila-seca y argumentar que atiende a una protesta generalizada del sector.
Pero rápidamente, con un premio repartido entre sus clientes, era cuestión de levantar la persiana (y los ánimos) , abrir una botella de cava y mojar y mojarse para celebrar el cuarto premio del Sorteo de Navidad.
Los 200.000 euros de la serie se vendieron a partir del 8 de noviembre ha explicado a la prensa. Posiblemente son vecinos de Vila-seca, como Antonio Mora, que se ha acercado a la administración al conocer que era uno de los diez afortunados con un décimo en su poder. Hoy es 20.000 euros más rico, luego cuando le quiten impuestos ya se verá que queda. Admitía a ACN el afortunado que alguna cosa haría con esos miles de euros que le han caído, aunque era pesimista con el dinero que le quitarán.
SortAventura ya ha repartido premios en estas dos décadas en la ciudad. Eel último gran premio fue una Bonoloto de 1,6 millones de euros por maquinilla y por tanto, el comprador sigue siendo un anónimo. Pero dentro del Sorteo de Navidad, recuerdan Rubén y su esposa Cristina, ya habían vendido una serie de un quinto premio en 2018 y algunos décimos, sin precisar la cantidad, del número de un cuarto premiado por el año 1992.
Si la alegría con regusto a reivindicación salarial se hacía visible en Vila-seca, el resto de premios que conlleva El Gordo no tuvo ninguna réplica en la provincia de Tarragona. Este 2021 la lluvia de millones pasó de largo, solo cuatro gotas en Vila-seca.
Nada tiene que ver con la alegría desbordada de 2020 con 240 millones caídos en Reus en la Administración número 6, La Pastoreta, y la alegría de los afortunados de la empresa Teixidó de Riudecols.
Ni tampoco se ha repetido el éxtasis de 2019 cuando el centro aragonés de Reus, El Cachirulo, vendió 320 millones en participaciones de un número adquirido en Salou, en la Administración Doña Pilar, otra de las históricas del territorio.
La lluvia de millones de los dos últimos años se ha convertido en un Sorteo de Navidad con mucha sequía este 22 de diciembre de 2021.