Vila-seca tendrá una nueva sede de Drets Socials, es el futuro nombre que ha puesto el Ayuntamiento al conjunto de prestaciones relacionadas con servicios sociales y desocupación de competencia municipal. Los 470 metros cuadrados de los bajos de un edificio de la calle Major, en pleno centro histórico de la ciudad, servirán para gestionar de forma centralizada una de las áreas más importantes y que con la pandemia del coronavirus, casi se ha convertido en la primera de las preocupaciones de la gestión municipal.
El Ayuntamiento adquirió en 2020 estos bajos de este edificio e inició la tramitación para reconvertir esta superficie en un espacio de trabajo para esta área de Drets Socials. «Las obras van a buen ritmo y esperamos que para 2022 la área esté en funcionamiento», explica el alcalde Pere Segura.
Tras la compra de estos bajos y la adjudicación de las obras, por un importe de 404.886 euros, los trabajos deben reconvertir estos bajos en una sede preparada para esta macro área municipal. Y mientras las obras siguen su curso, el Ayuntamiento ya activado los trámites para poder adquirir el material necesario para «vestir» la sede y poder reubicar los servicios y el personal que lo gestiona.
La distribución de estos bajos permitirá una entrada principal para los usuarios y otra para la plantilla. Y una vez dentro, se ha distribuido el espacio en función de las necesidades que exige una ciudad como Vila-seca y con plenas competencias en materia de servicios sociales (esta responsabilidad permite al Ayuntamiento negociar directamente las prestaciones autonómicas con la Generalitat sin la necesidad de compartir responsabilidad y gestión con el Consell Comarcal).
Objetivo: mejorar la atención
La unificación en una misma sede de esta área de Drets Socials debe permitir facilitar y mejorar la atención a los vecinos y poder agilizar gestiones. La sede situada en el barrio de La Formiga (concretamente en la avenida Montserrat) es pequeña y una vez activada la nueva oficina se irán trasladando los trabajadores, además de los que están ahora en el consistorio. Con la oficina de la calle de la Font en marcha, se analizará que hacer con la sede vaciada de la avenida Montserrat. A día de hoy, no hay nada contemplado.
La irrupción de la pandemia de la Covid-19 ha provocado que los grandes esfuerzos municipales del último año y medio se hayan redirigido sobre todo a esta área social: prestaciones por desempleo, planes de ocupación, ayudas para comercios, para personas... «Es una área estratégica y a la que debemos prestar máxima atención para ayudar en lo posible a los vecinos más afectados», explica el alcalde, quien añade que «esta área social ha sufrido una evolución a la que debemos hacer frente con las máximas garantías». De hecho, Vila-seca ha destinado recursos económicos elevados para poder hacer frente a las situaciones, algunas veces dramáticas, de su población.
La nueva sede de Drets Socials contará con un espacio de atención para consultas (recepción, sala de espera y mostrador) y seis despachos para atenciones personalizadas. Además habrá una zona para despachos para los técnicos responsables y otro para el concejal que esté al frente de esta área municipal.
Si no hay retrasos inesperados en este segundo semestre del año, en 2022 la sede debe entrar en funcionamiento y centralizar sus servicios. A partir de entonces, el Ayuntamiento debera estudiar qué hacer con los espacios liberados dentro del consistorio y los dos locales que tiene en su propiedad que se encontran debajo del mismo edificio (una antigua cafetería y una tienda de regalos).
Segura explica que hay diferentes posibilidades para ocupar estos espacios municipales, pero que antes de ello hay que activar tanto Drest Socials como la nueva OAC, que son las dos primeras sedes municipales que mejorarán sus sedes.