La consellera de Economia y Finances de la Generalitat de Catalunya, Alícia Romero, ha dejado claro durante su intervención en las jornadas ‘Bon dia Tarragona’, organizadas por la Cambra de Comerç de Tarragona, que el futuro del proyecto del complejo turístico y de ocio Hard Rock está en manos de los inversores.
Romero, preguntada por el alcalde de Salou, Pere Granados, ha asegurado que el Govern está a favor del proyecto, al considerarlo una herramienta útil para desestacionalizar el turismo y complementar la oferta de Port Aventura. Sin embargo, ha recordado que el ejecutivo catalán no cuenta con mayoría absoluta en el Parlament, por lo que necesita apoyos para sacar adelante iniciativas legislativas que lo favorezcan.
En este contexto, la consellera ha justificado el aumento de la fiscalidad sobre el sector —derivado del acuerdo de investidura entre el PSC, los Comuns y ERC—, señalando que este tipo de incrementos también se han aplicado en otros sectores como el bancario y que, aun así, Catalunya sigue por debajo de la media fiscal europea.
Por eso, ha recalcado que ahora la decisión está en manos de los impulsores del proyecto, que deben determinar si continúan apostando por él en estas nuevas condiciones.
El resto del panorama económico: incertidumbre global, vivienda e infraestructuras
Más allá del caso Hard Rock, Romero ha abordado otros temas clave. Habló de la incertidumbre económica internacional, especialmente por la política arancelaria de Estados Unidos, para la cual el Govern prepara un plan de respuesta rápida, ayudas específicas para sectores sensibles como el agroalimentario y un observatorio para evaluar impactos.
En cuanto al mercado inmobiliario, ha defendido el Pla 50.000 habitatges para ampliar el parque de vivienda de alquiler protegido hasta 2030, reconociendo la falta de construcción en los últimos años.
También se ha referido a la necesidad de reforzar infraestructuras clave como el Port de Tarragona, los aeropuertos de Reus y Girona, y la red de Rodalies. Ha destacado además el impulso a las energías renovables, la descarbonización industrial y la importancia del agua en la economía catalana.
Finalmente, ha subrayado que Catalunya ha superado los 300.000 millones de euros de PIB, liderando el crecimiento económico en España y por encima de la media europea, aunque advirtió que este desarrollo debe venir acompañado de menor desigualdad y una administración más ágil para las empresas.