Se cumplen dos años desde que el Ayuntamiento de Salou paralizó la tramitación de la anterior propuesta de ordenación del Eix Cívic, la gran avenida que debe transformar el espacio que ocupaban las antiguas vías del tren. Entonces, la construcción o no de edificaciones levantó un gran debate entre políticos y vecinos de la zona y el gobierno local decidió replantear este ámbito para buscar el máximo consenso posible. Ahora, el alcalde, Pere Granados, confirma que se reservará un espacio de uso residencial para promociones de protección oficial.
Después del proceso participativo que se puso en marcha este invierno, el nuevo proyecto está pendiente de los últimos flecos. «Estamos trabajando en una serie de pequeños retoques para llegar a un consenso», detalla el alcalde. La intención del gobierno es aprobarlo en los próximos meses, antes de finalizar el año.
«La ciudadanía de Salou opta por el proyecto que nosotros presentamos», defiende Granados, que se presentó a las últimas municipales con una propuesta concreta de Eix Cívic y se llevó la victoria en las urnas. El alcalde garantiza que el proyecto que presentará «es el mejor para Salou» y afirma que rehuye de «intereses particulares» y «actitudes egoístas» por parte de personas que, dice, «no quieren que frente a la entrada de su casa haya edificaciones».
En este sentido, habla del espacio que se reserva para usos residenciales como «un ejemplo de política pública de vivienda, con todas las problemáticas que se generan actualmente». Concreta, además, que las plantas bajas podrán tener usos comerciales o de restauración, pero se prohibirán las actividades musicales. La zona que centrará las edificaciones va en paralelo a la calle València, en el espacio de vías que era más ancho, junto al barrio de la Salut.
Además de contar con grandes espacios abiertos y zonas verdes, el Eix Cívic abrirá una nueva plaza pública de casi 2 hectáreas en el ámbito de la antigua estación de trenes, que Adif ya ha comenzado a desmantelar. Será un ámbito que enlazará el recinto de la Torre Vella, el Esplai de la Gent Gran y la antigua estación del Carrilet, con la zona de la Biblioteca Municipal y la iglesia de Santa Maria del Mar.
En esta zona, concebida como un nuevo eje central para la ciudad, se irán incorporando posteriormente una serie de equipamientos, como una nueva biblioteca y centro cultural, un coworking, una nueva escuela de idiomas o un espacio museístico sobre la historia local.
Un desarrollo a largo plazo que, de momento, está bloqueado por la falta de financiación para urbanizar la zona, que debe asumir la Generalitat, y la falta de consenso respecto al tranvía que debe vertebrar el antiguo trazado del tren.